El desarrollo de la industria avícola, porcina, ganadera y acuícola requiere de antibióticos y vacunas para garantizar que los animales no sufran enfermedades que los dañen y que afecten la productividad del rubro. Sin embargo, entre las últimas dos a tres décadas, su uso excesivo ha llevado a la generación de cepas bacterianas multiresistentes, con lo que se ven reducidas las posibilidades de tratamientos.
Según un estudio de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), al menos el 20% de la producción animal se pierde anualmente debido a enfermedades, lo que representa alrededor de 60 millones de toneladas de carne y 150 millones de toneladas de leche, equivalentes a aproximadamente US $300. miles de millones. En la mayoría de los casos, el tratamiento de estas enfermedades se realiza mediante el uso excesivo e inadecuado de antibióticos, lo que resulta en la propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) en la sociedad.
En este escenario, la empresa mundial Royal DSM a través de su campaña “We make it possible”, el laboratorio científico chileno Phage Lab y el equipo de investigadores de Ictio Biotechnologies, han sido líderes de la transformación global sólida y viable en la producción sostenible de proteína animal y acelerar soluciones que promuevan un futuro más sostenible.
La iniciativa We Make It Possible (“Lo hacemos posible” en español), es parte de la empresa Royal DSM, la cual se basa en la ciencia para la nutrición, la salud y la vida sostenible, a través de su negocio de nutrición y salud animal. La compañía quiere llamar la atención de todos los involucrados en la cadena de producción a la necesidad de mejorar la salud y el rendimiento de los animales y, al mismo tiempo, reducir la tasa de la enfermedad, ofreciendo alternativas que disminuyen la profilaxis con antibióticos, así como el reemplazo de promotores de crecimiento (APC).
Una de las alternativas a los desafíos actuales es el concepto Optimum Vitamin Nutrition (OVN) que recomienda la suplementación vitamínica desde la perspectiva de optimizar el rendimiento y la producción animal. A través del OVN, el productor tiene acceso a una línea completa de vitaminas de alta calidad en las cantidades y proporciones adecuadas compatibles con la etapa de vida y condiciones de crecimiento de los animales.
Cuentan con vitaminas para vacas lecheras, pollos y cerdos y las ofrecen como “soluciones innovadoras y de alta tecnología para reducir las tasas de enfermedad y, al mismo tiempo, ayudar a combatir la resistencia a los antimicrobianos, siempre pensando en el futuro y estableciendo una producción de proteínas sostenible”, destaca Vitor Fascina, Director de Especialidades – Eubiotics de DSM para Latinoamérica.
En esta misma línea, el laboratorio científico chileno Phage Lab creó Fagolac, una terapia alternativa al uso de antibióticos, que consiste en la utilización de bacteriófagos para eliminar microorganismos específicos presentes en procesos de crianza intensiva de animales, logrando disminuir hasta en un 70% el uso de antibióticos, promoviendo la salud del animal y agilizando la producción cárnica en la industria pecuaria.
Fagolac se suministra como un aditivo alimenticio y ya ha sido utilizado en más de 75 mil animales en Chile, es distribuido por Bayer Animal Health (actualmente Elanco) en nuestro país y en el continente como el único producto masivo para la eliminación de bacterias patógenas mediante este sistema.
“Previene diarreas infecciosas provocadas por Coli y Salmonella, enfermedades que pueden provocar la muerte de hasta el 20% de terneros en algunas haciendas. Además, no crea problemas de toxicidad sobre éstos y su exclusiva formulación no modifica los sabores ni aromas propios de la leche y/o sustituto lácteo, lo que facilita su ingesta”, explica Hans Pieringer, fundador y gerente general de Phage Lab.
Y por último, el equipo de investigadores de Ictio Biotechnologies, creó un antiparasitario de origen biológico, biodegradable, que podría ser clave para combatir la caligidosis o “piojos de mar”, enfermedad provocada por este parásito que afecta a los salmones.
El antiparasitario desarrollado alcanza el 100% de mortalidad de “Piojos de mar” larvas y adultos a los 90 minutos desde la aplicación del tratamiento en ensayos realizados in vitro.
Además, es inocuo para los peces, ya que fue desarrollado en base a extractos proteicos combinados con una proteína recombinante, por lo que tampoco tiene impactos en el medio ambiente.
“El impacto de la Caligidosis en la salmonicultura es enorme y los costos de los tratamientos son cada vez más altos impactando fuertemente a la industria”, comenta Alicia Lucero, líder del proyecto. “Luego de 5 años de investigación, desarrollamos este antiparasitario que, tiene un efecto multifactorial, por lo que existe una baja probabilidad de que los parásitos
generen resistencia. Es efectivo contra piojos de mar adultos y también contra las larvas, por lo que se elimina al parásito adulto y se reduce la probabilidad de reinfestación por las larvas que se liberan al agua de mar”, afirma Deborah Vargas, investigadora principal del proyecto.