Un pingüino con un aparente síndrome de leucismo, una enfermedad muy inusual en estas aves marinas, ha sido avistado recientemente en una de las islas Galápagos, ha informado el Parque Nacional del exclusivo archipiélago.
El descubrimiento lo hizo el pasado día 19 un guía naturalista local en el sitio de visita Punta Vicente Roca, en el borde costero al norte de la isla Isabela, mientras realizaba un recorrido junto a un marinero y a dos turistas extranjeros.
Técnicos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos revisaron las imágenes del guía y creen que podría tratarse de una condición genética conocida como “leucismo”, que produce una pérdida parcial de la pigmentación del plumaje o pelaje de los animales, indica un comunicado.
“#Galápagos | Un pingüino de Galápagos blanco fue reportado por el guía Jimmy Patiño, durante el desarrollo de actividades turísticas al norte de la isla Isabela. Los técnicos consideran que el ave sufre de leucismo, una condición genética parecida al albinismo. pic.twitter.com/RsY7ucE4rb“
— Parque Galápagos (@parquegalapagos) November 26, 2020
Este síndrome se diferencia del albinismo porque el animal “mantiene el color normal de sus ojos” y “también son más resistes a la luz solar”.
La particularidad genética del “leucismo”, originada en algún gen recesivo, hace que el animal, en este caso un pingüino, tenga el plumaje completamente blanco, aunque para confirmarlo será necesario capturarlo y practicarle análisis genéticos.
La Isabela, donde residen unas 2.200 personas, es la más grande de las islas del archipiélago de Galápagos y en ella convive una amplia gama de animales, entre ellos, pingüinos, iguanas marinas, piqueros o tortugas gigantes.
Pertenece a la especie Spheniscus mendiculus
Declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad desde 1978, las Galápagos se encuentran a unos 1.000 kilómetros al oeste de la costas continentales de Ecuador y tiene una de las reservas marinas más exclusivas del planeta.
Allí, la Dirección del Parque Nacional Galápagos y la Fundación Charles Darwin trabajan en el seguimiento constante del medioambiente y de las distintas especies, entre ellas el llamado “pingüino de Galápagos” o “pájaro bobo”.
La población endémica de las islas pertenece a la especie Spheniscus mendiculus, la segunda más pequeña después del pingüino azul, ya que apenas pesa unos 2,5 kilos.
Suelen tener la cabeza negra con dos finas líneas blancas que salen de los ojos hacia la barbilla, además de un pecho blanco separado en el cuello por una franja negra.
Pero el descubierto por el guía es de un plumaje totalmente blanco y algunas sombras grises, según las fotografías difundidas, siendo además el primero de su tipo avistado por la Dirección del Parque Nacional, que suele vigilar permanentemente las zonas de anidación para realizar controles de especies y brindarles así mejores condiciones de supervivencia.
“En Galápagos se han registrado casos de albinismo o leucismo en tiburones, lagartijas, langostas, pinzones, entre otros, siendo este el primer registro de un pingüino con esta condición”, concluye la nota de prensa.