Tras el éxito del skin cycling, llega el hair cycling: alternar champú para un cuidado pro

Hace unos meses el skin clycling se convirtió en la rutina facial de la que todo el mundo hablaba, tanto dentro como fuera de las redes sociales. Creada por la dermatóloga Whitney Bowe, este protocolo beatuy se divide en cuatro días: en el primero, se exfolia la piel; en el segundo, se aplica un retinoide (estos dos primeros son denominados días activos); y en el tercero y el cuarto tan solo se la hidrata con crema (días de recuperación).

El hair cycling extrapola este rito al cabello, centrándose en champús, acondicionadores y productos de tratamiento y de peinado específicos que ayudan a que el pelo esté perfecto en todo momento.

Algunas mujeres se lavan el pelo a diario, otras lo hacen cada tres o cuatro días y las hay que aguantan casi una semana sin pasar por debajo del agua. Independientemente de la frecuencia con la que lo realices tú, probablemente no uses exactamente los mismos productos capilares cada vez que lo haces, ya que tu melena no está igual todos los días.

Quizá te has pasado con el champú en seco y por eso necesites recurrir a una limpieza purificante para limpiar en profundidad tu cuero cabelludo o puede que últimamente estés usando con demasiada frecuencia las herramientas de calor y tu cabellera pida a gritos un extra de hidratación. Si eres de las que sigues una rutina capilar que va cambiando según las necesidades que observes en tu pelo y cuero cabelludo, estás siguiendo la tesis del hair cycling o ciclo del cabello sin ni siquiera saberlo.

Qué es el hair cycling

“Consiste en alternar productos en la rutina capilar para lograr resultados más saludables y óptimos. Al igual que ocurre con el skin cycling, se incorporan ‘días de descanso’ durante la semana para que tu pelo pueda recuperarse después de haber usado cosméticos específicos”, explica Sandra Saddler, codirectora del salón de peluquería Coolday. La idea es que en lugar de usar un producto demasiado astringente (champú purificante) u otro muy pesado (mascarillas ultrahidratantes), cada vez que te laves la cabeza espacies los usos para así darle tiempo al cabello para que descanse y se recupere.

Esto te permite abordar problemas como sequedad, caspa o incluso una producción excesiva de grasa sin riesgo al apelmazamiento ni tampoco a que los aceites naturales del cabello desaparezcan. En definitiva, “el hair cycling consiste en implementar un protocolo específico para cada tipo de cabello, lidiar con los problemas que presenta y sacar lo mejor de él de raíz a puntas utilizando productos diferentes cada vez que te laves la cabeza”, añade Asun Pont, educadora de Kérastase y Shu Uemura Art of Hair.

Cómo es la rutina del skin clycling

Evidentemente, el paso a paso dependerá de tu tipo de cabello, tu estilo de vida y la frecuencia con la que te lavas la cabeza, entre otras cosas. Se podrá adaptar para satisfacer tus necesidades capilares y aunque no hay dos rutinas que sean completamente iguales, se parte de una básica. “En general, lo ideal es empezar introduciendo un punto detox con un exfoliante (cada tres lavados), un sérum para el cuero cabelludo y dos o tres rutinas diferentes, dependiendo de cada melena”, sugiere Pont.

Piensa que debes comenzar con una etapa de reinicio, con champú purificante e hidratación (emula la fase activa del skin cycling), para después continuar con champú y acondicionador reparadores, que imitan el día de descanso de la rutina facial. Sadler te lo explica de una manera clara:

• Día 1: para el primer lavado, utiliza un champú purificante que elimine la acumulación de productos y un segundo que no contenga sulfatos ni parabenos, para así limpiar con delicadeza el cuero cabello. Termina con un acondicionador para hidratar, prevenir la rotura y fortalecer.
• Día 2: en este ciclo debes focalizarte en lo que más te preocupe de tu cabello (sequedad, falta de brillo, poco volumen…) para usar un champú específico que trate tu problema y después realizar un tratamiento óptimo de hidratación, con el producto que más se adapte a tu tipo de pelo.

Alternando estas dos rutinas conseguirás una recuperación favorable y coherente en tu cabello, ya que “lo más importante es la alternancia, así como saber cómo, dónde y de qué manera hidratar y alimentar a la melena en cada una de ellas. Cada persona necesita hidratación y alimento (tratamiento) diferentes, por lo que es muy importante que recibas siempre un diagnóstico personalizado, realizado por un profesional. De lo contrario, puedes usar productos muy caros que no le vayan bien a tu cabello”, advierte la formadora de Kérastase y Shu Uemura Art of Hair.

¿Deberías apuntarte a la tendencia del hair cycling?

Lo cierto es que probablemente ya la estés siguiendo sin ser consciente de ello, pues los peluqueros han estado recomendando este sistema –observar el cabello y el cuero cabelludo para ajustar la rutina capilar conforme sintamos ambos– desde antes de que existiera TikTok.

Ten en cuenta que modificar tanto el cuidado del cabello como del cuero cabelludo regularmente tiene todo el sentido, sobre todo cuando cambian las estaciones del año o si ha habido una modificación drástica en tu melena, tanto de color como de corte. “En los cambios estacionales cambia la presión atmosférica y la temperatura, momentos en los que es habitual que el cabello más cercano a la raíz sientan dichos cambios, que se manifiestan a modo de sequedad, caída, afinamiento… Lo mismo ocurre cuando modificamos hábitos de vida, cuando aumentamos el uso de herramientas de calor o añadimos trabajos técnicos para transformar el cabello (coloraciones, decoloraciones o alisados permanentes)”, concluye Pont.

Tus aliados

Bain Chorma Respect Chroma Absolu, de Kérastase. Champú protector nutritivo para cabello coloreado sensibilizado y/o dañado medio o grueso. Su fórmula limpia sin arrastrar el color a la vez que suaviza la fibra capilar. El resultado es un cabello suave, brillante y un color duradero (25,20 euros).

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Deep Cleanser Delicate Comfort, de Shu Uemura Art of Hair. Infundido con fermento biotecnológico flor de sakura japonesa, este champú limpia en profundidad cuero cabelludo y pelo para eliminar el exceso de sebo y las partículas de contaminación, a la vez que hidrata y regula la grasa, sin dañar (52 euros).

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Champú Frizz Away Bonacure Clean Performance, Schwarzkopf Professional. Controla el cabello rebelde, grueso, rizado y ondulado. Su fórmula con aceite de basabú facilita el peinado, asegura una suavidad duradera y aporta un brillo intenso (13,50 euros).

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Repair.Me Wash, de Kevin Murphy. Contiene proteínas que se extraen de aminoácidos de bambú y seda para compensar la escasez de estas en el cabello dañado. Reparan el cabello donde más desgastado está para fortalecer al mismo tiempo que elimina las impurezas (28 euros).

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Essential Shamphoo Decode Zero, de Montibello. Champú de uso frecuente para una higiene suave que limpia, purifica y protege el cabello de la contaminación y el impacto de los agentes externos nocivos. Su fórmula contiene un 86% de ingredientes de origen natural (13,50 euros).

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Champú AntiYellow.Me, de Termix. Compuesto por un 88% de ingredientes de origen natural, está enriquecido con aloe vera, aceite de marula y pigmentos violetas para limpiar con suavidad las impurezas del cuero cabelludo a la vez que matiza los tonos amarillentos y anaranjados de la melena. (30,99 euros).

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Hace unos meses el skin clycling se convirtió en la rutina facial de la que todo el mundo hablaba, tanto dentro como fuera de las redes sociales. Creada por la dermatóloga Whitney Bowe, este protocolo beatuy se divide en cuatro días: en el primero, se exfolia la piel; en el segundo, se aplica un retinoide (estos dos primeros son denominados días activos); y en el tercero y el cuarto tan solo se la hidrata con crema (días de recuperación).