Gustavo Petro anunció la ruptura este jueves de las relaciones diplomáticas de Colombia con el Estado de Israel por “tener un Gobierno, por tener un presidente (Benjamín Netanyahu) genocida”. De esta manera, Bogotá adopta la posición más dura de América Latina en relación al conflicto de Gaza que ha provocado desde octubre, tras el ataque terrorista de Hamas, la muerte de más de 34.500 palestinos.
México y Chile habían recurrido a la Corte Penal Internacional (CPI) para denunciar de las acciones israelíes contra la población civil. Petro decidió dar un paso más allá, en las antípodas de la adhesión automática con Tel Aviv de países como Argentina. Y decidió comunicarlo a los colombianos durante un acto por el Día del Trabajador. “Hoy, quizás, el mundo podría resumirse en una palabra, quizás todas las consignas, todos esos colores pudieran resumirse en una sola palabra, que reivindica la necesidad de la vida, la rebeldía, la bandera alzada y la resistencia, esa palabra se llama Gaza, se llama Palestina, se llaman las niñas, los niños, los bebés que han muerto descuartizados por las bombas”, dijo, al explicar un giro en política exterior que ha provocado sus remezones internos. “Si muere Palestina, muere la humanidad, y no la vamos a dejar morir”, añadió.
En rigor, esa medida venía siendo insinuada por Petro desde fines de marzo. Entonces, el mandatario colombiano dijo que cumpliría con su palabra si no se llegaba a establecer una tregua en Gaza, como había exigido el Consejo de Seguridad de la ONU.
Respuesta de Israel
El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, respondió de inmediato al anuncio. “El presidente de Colombia prometió premiar a los asesinos y violadores de Hamás, y hoy cumplió su promesa”. Según Katz, “la historia recordará” que Petro “decidió ponerse del lado de los monstruos más despreciables conocidos por la humanidad, que quemaron bebés, asesinaron niños, violaron mujeres y secuestraron a civiles inocentes”. A su vez calificó al presidente de “antisemita”.
La ruptura se conoce días después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, asegurara que el Ejército entraría en Rafah para eliminar a los cuatro batallones de Hamás que presuntamente quedan en el sur de la Franja de Gaza, “con o sin acuerdo” una tregua pactada. La Casa Blanca se opuso a “cualquier operativo” que no contemple las “preocupaciones humanitarias” en la región.
Reacciones
Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, dijo al diario bogotano El Espectador que el anuncio de Petro es un acto más simbólico que práctico. “No es una relación que hayamos de alguna forma afianzado en lo comercial (…) pero sí en términos de la modernización de la infraestructura militar que tiene Colombia”. Sin embargo, la publicación recordó que Israel es uno de los principales aliados de Colombia en materia de seguridad, al punto de haber exportado armas y municiones por casi 100 millones de dólares solo el año pasado. Ambos países han suscrito a su vez un tratado de libre comercio.
Otros analistas se preguntaron sobre el efecto que puede tener el paso dado por Petro en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, un aliado fundamental de Israel. González espera “un enfriamiento” de ese vínculo y, tal vez, “una llamada de atención” de Washington al Palacio de Nariño.
La senadora de derechas, María Fernanda Cabral, fustigó el enfrentamiento con Tel Aviv. “Petro irresponsablemente conduce a Colombia a otra crisis diplomática que nos costará la cooperación en seguridad y defensa con Israel”.
