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La glamourosa y siempre chic calle de Fernando VI, en el corazón ‘justiciero’ de la capital de este reino, está a punto de atraer todas las miradas. Vecino, esquina con esquina, del Palacio Longoria —el precioso edificio modernista que alberga la sede de la Sociedad General de Autores y Editores de España—, el número 6 de Fernando VI recibe con alegría el impulso y la energía de Casa Salesas, un nuevo restaurante liderado por Íñigo Onieva —marido de Támara Falcó— y su socio Manuel Campos Guallar. Juntos conforman Casablanca Hospitality, firma de flamante creación, centrada en la hostelería, que promete “experiencias únicas” alineadas en la órbita de “la excelencia, la calidad y las atmósferas vibrantes”. Casi nada.
En la ecuación Casa Salesas —que se inaugura el lunes 13 de mayo— aún caben dos socios capitalistas más: Iván Espinosa de los Monteros, expolítico de Vox, y José Luis López ’El Turronero’, que el pasado marzo avanzó en exclusiva en Vanitatis el advenimiento de este nuevo restaurante en el que “el nivel de participación de cada socio es diferente”, dijo. “Nos hemos repartido el capital. Todos somos dueños, pero el que sabe de restauración es Manuel. Casa Salesas va a ser el local de moda de Madrid”.
Casa Salesas no es el primer restaurante y coctelería que se instala el 6 de Fernando VI, en el corazón mismo de Justicia, el barrio del momento en Madrid gracias al más que interesante número de aperturas gastronómicas de los últimos meses. Hasta donde nos alcanza la memoria, este edificio histórico —fechado en 1893— fue durante años la discoteca Speakeasy.
Más tarde se reconvirtió en el restaurante Sexto —con su pertinente periodo de gloria y esplendor—, hasta que en 2019 entra en escena Diego Guerrero (dos estrellas Michelin y tres soles Repsol por Dstage) con Dspeak, con una carta sabrosa y desenfada. Como no es bueno que ‘el Diego’ esté solo, Guerrero se trajo a Dieguito Cabrera, artífice de ese éxito planetario llamado Salmon Guru —número 16 en The World’s 50 Best Bars—, a la planta calle del 6 de Fernando VI. Tuvieron sus buenos momentos. Hoy toca que los vivan Onieva y compañía.
La relación profesional del marqués consorte con el universo de la restauración viene de lejos. Su primera incursión en ese sector fue, como relaciones públicas, a través del restaurante Tatel, gestionado por el grupo Mabel Hospitality —filial de Mabel Capital, compañía de inversión de Campos Guallar, con restaurantes en Madrid, Ibiza, Valencia, Beverly Hills, Ciudad de México y Abu Dabi—. La aventura Tatel unió durante un tiempo a los emprendedores Abel Matutes Prats y Manuel Campos Guallar con los deportistas Rafa Nadal y Cristiano Ronaldo.
Ejemplo de la misma maniobra es hoy, diez años después, Rhudo, ‘el típico’ restaurante con reclamo de famosos (propiedad de Miguel Ángel Silvestre, Álex González, Marcos Llorente, Antoine Griezmann y el chef Paco Roncero) que ponen la pasta, pero a los que raramente vuelves a ver por el local una vez inaugurado.
De Lázaro Rosa-Violán al amigo Luis Centenera
Casa Salesas nace con altas y sanas ambiciones. La más importante, convertirse en el cuartel general ‘chic’ del barrio de Justicia. Desde la 10 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, pretenden atraer a teletrabajadores con sus portátiles contestando a los primeros correos del día mientras desayunan y a citas de negocios y de placer en las comidas. Quieren ser referente del afterwork vespertino, testigo de las cenas más animadas y de los, cómo no, necesarios cócteles que rubrican un día perfecto.
Para que todo ello acontezca, la atmósfera de Casa Salesas viene firmada por el estudio de Lázaro Rosa-Violán, nuestro flamante número uno en el listado de ‘Los 25 estudios deco más deseados de España’. El padre de restaurantes tan fastuosos como el novísimo Lafayette’s, en París; Amazónico, Platea o DiverXO, en Madrid, o Cotton House Barcelona, vive inmerso ahora en la “completa renovación” de la cadena internacional de hoteles y resorts de lujo Shangri-La y en la de nuestro siempre querido Palace.
“Con Casa Salesas he querido conjugar ese tipo de elementos que, según mi punto de vista, te hacen sentir bien y relajado. No he pretendido un estilo concreto, más bien un equilibrio, quizá audaz, entre lo urbano y lo domestico. Casa Salesas contiene muchas referencias que hablan de Madrid y del resto del mundo. Un rincón con un punto naif que acabas adoptando como tuyo”, explica el propio Rosa-Violán.
En la carta de Casa Salesas se aprecian los consejos de Luis Centenera, amigo de Tamara Falcó e Iñigo Onieva desde que el chef ayudase a la marquesa de Griñón a prepararse para MasterChef. Madrileño, graduado ‘Grand Diplôme’ en Le Cordon Bleu y asesor de empresas de restauración, Centenera es socio de Contacto Cocina, una muy solicitada consultora gastronómica que lo mismo crea una carta ad hoc para tu nuevo restaurante, que te monta un evento para trescientas personas, que te muestra el camino que lleva a los auténticos huevos benedictinos. “He visitado Casa Salesas para conocer el restaurante, probar algunos platos y dar mi opinión y mi apoyo a mis amigos”, comentó a Vanitatis.
Boris Izaguirre, Mario Vaquerizo o Isabelle Junot son algunas de las celebridades que acudieron a Centenera antes de entrar en el —de un tiempo a esta parte controvertido— talent show de Shine Iberia. Luis también trabaja junto a Tamara Falcó en los showcooking que la hija de Isabel Preysler presenta para firmas como Porcelanosa.
Casa Salesas será sinónimo de desayuno saludable: boles de diferentes tipos (granola y yogur), tostadas de aguacate, zumos naturales o shots antioxidantes; así como huevos en diferentes y sabrosas versiones (benedictinos, royal, pochados…), dulces, bollería casera, café de especialidad y tés seleccionados.
Para compartir, clásicos de la gastronomía española como gildas, anchoas, croquetas o tortilla de patata (¿habrá un nostálgico homenaje a la mítica tortilla trufada que el gran Nino Redruello creó para La Ancha y también reinó en Tatel?). Sigue y suma: ensaladas y vegetales, platos de pasta y carnes elaboradas en la parrilla ubicada a la vista del comensal. Los más golosos tampoco se sentirán decepcionados con la carta de postres.
Hablemos de los combinados espirituosos de Casa Salesas, una carta que irá evolucionando al ritmo del sol: mimosas y bellinis durante el brunch; negronis, psico sour y bloody mary para animar la tarde, y margaritas y moscow mule para hacerse con la noche.
Casablanca Hospitality, el proyecto conjunto de Íñigo Onieva y Manuel Campos Guallar, apela a “la extensa trayectoria y experiencia en la industria” que suman ambos socios, “con aperturas de restaurantes en todo el mundo”. Prometen “experiencias únicas” marcadas por “la calidad, la diversión y el buen ambiente”. No nos cabe duda de que con Casa Salesas darán en la diana para, luego, hacer realidad otros proyectos que ya están en camino.
La glamourosa y siempre chic calle de Fernando VI, en el corazón ‘justiciero’ de la capital de este reino, está a punto de atraer todas las miradas. Vecino, esquina con esquina, del Palacio Longoria —el precioso edificio modernista que alberga la sede de la Sociedad General de Autores y Editores de España—, el número 6 de Fernando VI recibe con alegría el impulso y la energía de Casa Salesas, un nuevo restaurante liderado por Íñigo Onieva —marido de Támara Falcó— y su socio Manuel Campos Guallar. Juntos conforman Casablanca Hospitality, firma de flamante creación, centrada en la hostelería, que promete “experiencias únicas” alineadas en la órbita de “la excelencia, la calidad y las atmósferas vibrantes”. Casi nada.
