Desde hace algunos años, invertir en el mundo de la cosmética ha pasado de ser un viraje de timón arriesgado a ser una apuesta segura, sobre todo si eres una famosa que arrastra millones de seguidores. Tras Rihanna, Selena Gomez o Jennifer Lopez, la última celebrity en convertirse en empresaria de la belleza ha sido Bella Hadid.
La modelo, que hace un año unía su imagen a la de otra exitosa mujer de negocios cosméticos, Charlotte Tilbury, se lanza ahora en solitario con un proyecto verdaderamente innovador.
Bajo el nombre Orebella, en un juego de palabras entre ‘aura’ y su nombre ‘Bella’, la estadounidense se inicia en el mundo beauty con tres fragancias bifásicas en las que la base del aroma y de la composición son los aceites.
La idea de Bella es, más allá de lograr un aroma único o aumentar su duración, hidratar la piel, creando un concepto nuevo en el mercado, el perfume con tratamiento, el perfume skincare.
Tras mucho secretismo y alguna que otra pista en sus redes sociales, el 2 de mayo, la modelo presentaba las tres, intuimos que primeras, fragancias de Orebella (Window2Soul, Salted Muse y Blooming Fire) en un evento con influencers y prensa, con una marcada estética entre ‘mermaid’ y esotérica. Desde conchas hasta piedras energéticas decoraban cada rincón del lanzamiento.
Si bien es cierto que la empresa y el proyecto son de Hadid, para elaborar las fragancias ha contado con las casas de perfumes Firmenich and Robertet, Jerome Epinette y Clement Gavarry (respectivamente), partiendo siempre de las indicaciones y de los recuerdos de Bella.
Perfumes bifásicos
Pensar en una modelo que lanza sus propias fragancias podría parecer poco noticiable si no fuera porque no estamos ante una fórmula al uso, sino a una combinación de aceites e ingredientes hidratantes que no se había comercializado antes.
El jugo de los perfumes se compone de dos partes, una base (Nourishing ‘Ôrelixir™ Base) formada por la combinación de cinco aceites (karité, camellia, almendras, oliva y jojoba) y el snow mushroom y que actúa como el pilar de los tres perfumes, y otra que es la que otorga a cada fragancia un aroma diferente (Aura-Elevating Scents).
Es decir, la base oleosa es la que aporta el cuerpo y la hidratación, mientras que la otra parte funciona como una esencia aromática que, a su vez, está formada por la combinación de 3 aceites esenciales (diferentes en cada fragancia).
Los aceites esenciales, utilizados en perfumería prácticamente desde del inicio de la historia, pueden causar irritación en la piel, lo que ha contribuido a que muchos perfumes prescindan de ellos.
Es por ello que Bella Hadid ha insistido en que sus perfumes estén testados dermatológicamente para que todas las pieles puedan utilizarlos sin riesgos. En parte porque ella, enferma de Lyme, padece a diario la hinchazón como consecuencia de la inflamación de los ganglios linfáticos, y cuida al máximo tanto los productos que aplica sobre su piel como la forma en la que los aplica, siendo una clienta habitual de la facialista Madalina Conti y de los masajes drenantes.
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También en esta línea, otra de las peticiones de la modelo era que se tratara de fragancias que no contuvieran alcohol, para evitar cualquier tipo de irritación. Es así como se da con una fórmula ‘alcohol-free’, con una base hidratante (oleosa) que intensifica el aroma y contribuye a su durabilidad a lo largo del día.
El peso de la base hidratante y de la esencia hace que el cóctel resultante sea una fórmula bifásica, es decir, no se mezcla, algo que se aprecia a través del frasco de perfume. Para activarlo y conseguir la fórmula perfecta, tanto a nivel aromático como a nivel hidratante, es necesario agitarlo y, a continuación, pulverizarlo. Pasados 15-30 minutos, los dos partes vuelven a separarse.
Orebella abre un nuevo camino, el de la skinfication de la perfumería, adaptando ingredientes como el hongo snow mushroom de altas propiedades hidratantes a una fragancia. La modelo habla de sus creaciones como ‘intentional skin parfum’, algo así como perfumes para la piel que interfieren al aura, que ayudan a cambiar el estado de ánimo, una tónica, sin embargo, que ha comenzado a verse en el sector desde hace unos años. La española Manifest con sus fragancias aptas para el layering (superponer aromas) y con sortilegios incluidos o la inminente incursión de Charlotte Tilbury en la perfumería, son la prueba de la tendencia.
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Margarita Velasco
En este intencionado viaje aromático, Hadid explica que los perfumes son un mix de su pasado, su presente y su futuro. Para completar la experiencia, el packaging también tenía que estar cuidado al detalle, por lo que su forma imita a la de una geoda, teniendo las dimensiones para entrar en la mano y lograr un contacto cósmico con la pócima mientras se agita. Sus iniciales al completo tampoco faltan en el interior del tapón (BKH, Bella Kahir Hadid), además de un misterioso 222 (relacionado en numerología con el equilibrio). La numerología, por ejemplo, también está presente en los perfumes de Tilbury.
A la venta solo en Estados Unidos
Con tres tamaños, de 10ml, 50ml y 100ml, las tres primeras fragancias de Orebella aún no están disponibles fuera del territorio estadounidense, aunque la marca ha nacido con voluntad de internacionalizarse. Con la idea de lanzar un producto asequible para sus fans, el precio de los perfumes va de los 35 a los 100 dólares, algo así como de los 33 a los 93 euros.
Como daton final, el 1% de los beneficios de cada perfume se destina, a través de la Alchemy Foundation, a ayudar a organizaciones como Lower Eastside Girls Club o Professional Association of Therapeutic Horsemanship International (PATH Intl), asociaciones a las que Bella Hadid se siente muy unida.
La primera pone en contacto a niñas y jóvenes racializadas de Nueva York con personas que les puedan ayudar en su futuro profesional según sus pasiones y la otra realiza terapias asistidas con caballos, la gran pasión de Bella Hadid.
