Si alguna vez te has preguntado por qué no hay un MacBook de color negro y te hubiera gustado tener uno, no pierdas la esperanza. Apple ha registrado una patente en la que detalla los problemas por conseguir este color y cómo puede solucionarse. Un obstáculo con el que otros fabricantes también se han topado sin poder solucionar de forma satisfactoria.
Según esta patente, recogida por 9to5Mac, Apple ha dado con la respuesta. Y lo hace en forma de una película de anodizado capaz de “atrapar” la luz que le rodea.
El negro, un color muy difícil de anodizar sin reflejos
El chasis de dispositivos electrónicos portátiles pueden incluir una capa de anodizado que puede teñirse en diferentes colores para aumentar su atractivo cosmético para el consumidor. Sin embargo, algunos colores son mucho más difíciles de conseguir que otros. En concreto, los intentos por los fabricantes de dispositivos de electrónica de consumo por obtener un color negro real han fracasado.
De hecho, los mejores intentos solo han logrado un color gris oscuro. Uno de los desafíos para conseguir un color negro real es que el metal anodizado puede tener un acabado relativamente brillante, que es capaz de aumentar el reflejo de grandes cantidades de luz visible.
Tal y como relata la patente, Apple ha encontrado la forma de evitar ese acabado brillante en el anodizado. Y lo consigue mediante una serie de pequeños huecos creados en la superficie, generando una función que atrapa la luz. Toda “luz visible” queda absorbida en ella. Esta superficie también difumina la luz reflejada que no queda atrapada en ella.
Como consecuencia, Apple describe un color negro mate con un brillo muy bajo. Las partículas de color negro se introducirían en los poros para “esconder la geometría de la superficie externa”. Como siempre, estamos ante una patente. Y como tal, su existencia no nos asegura que finalmente veamos un Mac con este color. Aunque ciertamente da esperanzas.
Una patente que nos recuerda al iPhone 7 Jet Black
Desde luego, tal y como lo describen en la patente parece que Apple se refiere al acabado Jet Black del iPhone 7 lanzado en 2016. Un color negro brillante muy atractivo, aunque difícil de fabricar, razón por la que estos modelos solo se encontraban a partir de 128GB.
Es muy probable que Apple haya experimentado con MacBook con este anodizado, aunque no es lo mismo en un portátil. Los reflejos que tiene el Jet Black están ahí y no serían tan cómodos tenerlos constantemente mientras trabajas en un ordenador.
El acabado Jet Black fue una de las características estrella del iPhone 7 y iPhone 7 Plus. Gracias a que la parte trasera era toda de aluminio, el color se extendía más allá del marco como sucede en los modelos actuales. Al año siguiente, todos los iPhone pasaron a tener una trasera de cristal para permitir la carga inalámbrica.
Este color no estuvo exento de polémica. Apple ya avisaba en su compra que era posible que surgieran microabrasiones con el uso, debido a que éstas quedaban más visibles que en un acabado mate habitual. Sin embargo, un año después de tenerlo entre nuestras manos vimos que, aunque esas abrasiones estaban ahí, no se veían en el día a día.