El Presidente estadounidense Joe Biden presentó una serie de medidas para incentivar la vacunación contra el Covid-19 en la población de EE.UU. debido al aumento de casos de Covid-19 relacionados a la variante Delta.
Estamos en la “pandemia de los no vacunados”, aseguró el Mandatario al explicar que las personas que no han recibido ninguna dosis de los inoculantes están más propensos a ser contagiados, esparcir el virus y morir producto de la enfermedad.
Como parte de esas medidas, Biden explicó que aquellos trabajadores federales que no “demuestren estar totalmente vacunados” tendrán que llevar una mascarilla en el trabajo, mantener distanciamiento físico con otros empleados y realizar pruebas de detección semanales o dos veces por semana.
Estas nuevas condiciones serán aplicadas para los cuatro millones de empleados federales y contratistas in situ.
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El jefe de Estado también ordenó al Pentágono que estudie la posibilidad de añadir la vacuna contra el Covid-19 a la lista de inoculantes obligatorios para los miembros del ejército, y pedirá a los gobiernos estatales y locales que ofrezcan 100 dólares como incentivo para que los rezagados se vacunen.
Sin llegar a la obligatoriedad absoluta de la vacunación, se trata de un cambio de rumbo para la administración Biden, que hasta ahora insistía más en la responsabilidad individual y en los mensajes de fomento a la inoculación.
Los estados de California, Nueva York y la ciudad homónima tomaron la determinación se exigir a que los trabajadores de salud estar inoculados contra el Covid-19. En tanto, el Departamento de Asuntos de Veteranos se convirtió el lunes en la primera cartera de gobierno en tomar la misma determinación para sus empleados.
