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¡Ay, el inicio de curso! Para mí este es el auténtico inicio de año. No me tomo las uvas el 1 de septiembre porque no tengo tanta personalidad, pero si fuera fiel a mí misma, debería.
A partir del día 20 de agosto, mi cabeza entra en un proceso de cuenta atrás, ¿por qué esa fecha? Porque en la era predigital, cuando yo era pequeña, nos acercábamos con mi madre al quiosco y nos comprábamos los especiales de tendencias de la temporada de otoño para seleccionar lo que más nos gustaba y soñábamos con llevar el invierno que viene. Recuerdo sentarme con ella en un sofá y abría una de las páginas con todas aquellas pequeñas fotos y me preguntaba: ¿cuáles son los que más te gustan? Los señalábamos con el dedo y yo me moría de la ilusión cada vez que nuestros dedos coincidían en una foto. A medida que pasaron los años y empecé a trabajar en el mundo editorial, las tornas giraron, ella sentía que sabía cuando nuestros dedos se encontraban.
Desde entonces mirar las tendencias de temporada es casi un ritual, y mi pena es que como mi casa está llena de machote me toca hacerlo sola frente al ordenador. (Aunque debo confesar que si por despiste uno de los dos se sienta a mi lado, les pregunto por curiosidad a ver qué contestan, y no lo hacen mal del todo).
La cuestión es que ahora también las imágenes de street style se han convertido en una inspiración a la hora de aumentar mi armario. Yo me recreo en esas imágenes en las que las invitadas a los desfiles y las modelos adelantan como buenas coolhunters lo que se llevará. Yo las observo porque muchas de ellas, más allá de las que solo apuestan por tendencias estridentes y no quiero mencionar a nadie, lucen las mejores combinaciones de clásicos con un twist. Así que ahora que empieza el curso he querido compartir contigo algunas que me han gustado, me han recordado que tengo prendas en mi armario que puedo rescatar y me han proporcionado ideas para nuevas adquisiciones, así que aquí van, amiga mía. Deseo que este principio de curso esto te sirva de ayuda.
Aunque nos dé pereza, esta imagen lluviosa tiene dos elementos que son fundamentales para nuestra estética futura, una gorra y unos botines track o con estética militar. La gorra, además de proporcionar aire cool, nos protege del sol todo el invierno; sí, es importante que protejas la piel igualmente, como con esta de Jacquemus (75 euros).
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Y los botines, qué decir de uno de los básicos del armario de los últimos años. Van con todo, nos evitan llevar tacones gracias a sus suelas de varios centímetros y capean cualquier alteración climatológica. Me gustan tanto los de aspecto militar con cordones como estos de piel de Cult (123 euros).
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Como sin cordones, caso de los clásicos de estética track que son comodísimos tipo slip-on, de Geox (114 euros).
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Esta foto también confirma mi apuesta anterior, pero aquí te vengo a hablar de ese básico en cualquier armario que se precie. Al blazer, en mi caso, no le puedo dar todo el protagonismo que se merece como hace esta chica… Pero centrémonos en lo importante, hay que sí o sí, y si puedes, aportar una idea diferente al clásico negro que seguro que ya tienes en tu armario; es el momento. Veremos muchas versiones revisitadas, así que elige la que más te encaje. Yo tengo varios, alguno incluso con estampado print, y debo confesar que soy fan de esta prenda. Además, si lo compras un poco más ‘especial’, le darás un twist increíble a tus looks sin perder la formalidad, como este con estampado de cuadros y doble botonadura de Molly Bracken (144 euros).
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Te he hablado de Él (la mayúscula es intencionada) en alguna ocasión. Y esta imagen de street style corrobora al 100% esa teoría con la que soy tan pesada y que me has leído en muchos artículos: no hay nada que aporte más sofisticación a un look que un buen bolso. Este ya se ha convertido en un básico imprescindible de las puertas de los desfiles. Es el bolso de piel cruzado con el anagrama, modelo Gate de Loewe (1.800 euros). Si puedes permitírtelo, me alegro, pero si no, es un recordatorio de la apuesta por los bolsos que vayan más allá de las tendencias, que sean de piel, vegana o no, y que además de llevar tus cosas te diferencien.
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Dos básicos en mi armario son los jerséis lisos de punto grises y los pantalones de piel (o efecto). Siempre hay uno de cada, aunque debo confesar que jerséis lisos hay varios, pero es que esta combinación que te propongo me parece una cuestión de supervivencia en cuanto a estilo.
Este de estética baggy me encanta, pero entiendo que puede tener detractoras, así que te muestro uno muy parecido al mío, con corte recto y que funciona perfectamente cuando buscamos un resultado como el propuesto, es de piel y de la firma Scalpers (159 euros).
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Si hablamos de jerséis, como se dice vulgarmente, para gustos colores, pero también hay miles de marcas… Te puedes volver literalmente loca, pero bueno, como mi función es hacer tu vida más fácil, te voy a pasar una idea por si te encaja. En color marengo, quizá mi favorito de la gama de los grises, cuello pico, corte oversize y mangas abullonadas, es de Adolfo Domínguez (149 euros).
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Pon una gabardina en tu vida, porque es un clásico y porque se llevan todas, desde las XXL hasta las más breves tipo tabardo como esta de Arket (150 euros). Es perfecta para este inicio de curso cuando las mañanas son frías y los mediodías más calurosos, no ocupa demasiado y te permite evitar esos aires difíciles si en tu oficina no han cumplido con el compromiso de 27 grados que ha propuesto Pedro Sánchez. Algo perfectamente normal en muchas empresas que el aire está centralizado y no depende de tu jefe, porque él nunca te congelaría.
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Hace años en un momento capricho aposté por una biker de piel negra y esta prenda aún no me ha defraudado, la llevo mucho, incluso los días más fríos de invierno con un plumas debajo. Aproveché una visita a Las Rozas Village y me hice con una de Maje que tenía un superdescuento. Desde entonces tiene uno de los lugares prioritarios de mi armario. Esta de piel de Tintoretto es ideal y se parece muchísimo (150 euros).
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No son todos los que están, pero están todos los que son. Este es solo un pequeño aperitivo de las piezas que recuperaré. En próximas entregas, las nuevas adquisiciones, no te las puedes perder.
¡Ay, el inicio de curso! Para mí este es el auténtico inicio de año. No me tomo las uvas el 1 de septiembre porque no tengo tanta personalidad, pero si fuera fiel a mí misma, debería.
