Como cada año, a mediados de mayo, en la capital de España vuelven al sol primaveral las tardes en la Pradera, los chotis al son del organillo, los trajes de chulapa y chulapo con claveles en la solapa y las delicias para el paladar como los barquillos, las rosquillas y, para los estómagos más curtidos, las gallinejas y los entresijos.
El folclore que rodea a la festividad de San Isidro el día 15 de mayo es una experiencia imprescindible para todo aquel que desee vivir el espíritu más tradicional de la Comunidad de Madrid. Lástima que Goya no lo pueda pintar… En un año en el que por fin la fiesta regresa a una relativa normalidad tras dos años de pandemia, este es un manual para disfrutar a tope de estas fiestas que tiene Madrid y ya se sabe que de Madrid al… efectivamente, al cielo.
1. Pídete una de callos, pero no solo
Los restaurantes se visten para este chotis y ponen sobre la mesa versiones varias de los tradicionales callos, rabos de toro, calamares, soldaditos de Pavía y otras delicias del Madrid de Galdós. Estas son solo algunas:
A la madrileña. Hay que probar los callos del viejo Madrid de La Tasquita de Enfrente, tal y como los preparaba el padre de Juanjo López. Y también el rabo de toro, como manda la tradición.
Dónde: C/ Ballesta, 6.
Tasca castiza. En el restaurante Bolívar, ubicado en el barrio de Malasaña, han dispuesto para la ocasión de un menú especial San Isidro que afirman contiene “toda la comida que deberías probar para disfrutar del sabor madrileño”. Entre las exquisiteces castizas que nos proponen están unos espárragos de Aranjuez con virutas de foie y huevos estrellados o rabo de toro estofado. De postre, queso de la Sierra de Cabezuelo y fresones de Aranjuez con moscatel.
Dónde: Calle de Manuela Malasaña, 28.
Con estrella. Hasta el 31 de mayo, el restaurante Haroma Madrid de Mario Sandoval, chef con dos estrellas Michelin, también ofrece un menú especial de San Isidro con un precio de 65 euros por persona. Incluye entre otras delicias una copa de cocido madrileño con espuma de hierbabuena, ravioli de rabo de toro con foie y piñones y los típicos pestiños madrileños.
Dónde: Calle Diego de León, 43.
A ritmo de chotis. Punto de encuentro impepinable de la vida social madrileña durante más de un siglo, el Café Comercial destaca entre su oferta gastronómica para estas fechas la oreja a la plancha con brava y limón, el bocadillo de calamares o los barquillos. Además, si vas vestido con el traje de chulapo, te invitan a un vermú.
Dónde: Glorieta de Bilbao, 7.
Redondea con el postre. Rosquillas, cómo no. Las hay tontas, listas, de Santa Clara o francesas en Pastelerías Lyon. Todo son delicias recién salidas de su obrador artesanal.
Dónde: C/ Colombia, 12 y Sector Pintores, 39 (Tres Cantos).
2. Sigue el hilo musical
Por San Isidro llegan los conciertos al aire libre, la primavera enaltecida, el culto a la intemperie y otros gozos. En Las Vistillas por la noche se podrá disfrutar de la cumbia y los boleros de Tarquim y del reggae y el ska de los jamaicanos The Skatalities.
En la Pradera de San Isidro los grandes protagonistas serán a las 22.30 los clásicos rockeros andaluces Medina Azahara, mientras que la Plaza Mayor será el lugar donde se concentren más actuaciones musicales. A las 18.00 arrancan los conciertos de 40 Classic, con Nena Daconte, Tam Tam Go y Nacha Pop. Los viejos rockeros podrán disfrutar además de un homenaje a The Clash con una banda formada por integrantes de, entre otros, Sidecars y Love of Lesbian.
3. Déjate llevar por la tradición
Los que acudan el día 15 a la Pradera de San Isidro a las dos del mediodía podrán participar en una degustación de cocido madrileño y, a las 16:30 horas, podrán disfrutar con una exhibición de bailes regionales. Por la tarde, aquellos interesados en la hagiografía tienen una cita ineludible con la representación teatral de la vida de San Isidro. En un contexto más light, habrá también clases de flamenco y fuegos artificiales.
4. Traza un plan para tus niños
El lugar que más actividades para los pequeños de la casa aglutina durante estas fiestas es el escenario familiar y castizo del parque de San Isidro. Allí el día 15 podrán disfrutar con una exhibición de bailes castizos y retratarse vestidos de chulapos y chulapas en el fotomatón. A las seis de la tarde tendrá lugar la actuación familiar de la banda La Chica Charcos and The Katiuskas Band, que combinan música, teatro y humor para sacar carcajadas a grandes y pequeños.
5. Aprovecha para hacer una escapada
Que tu San Isidro sea viajero y que el santo te pille en ruta. No todo va a ser Vistillas y plaza de Oriente. También es la ocasión para recorrer la periferia. Ahí está Aranjuez, su Palacio Real o la Casa del Labrador y sus jardines junto al Tajo, que puedes recorrer para comer luego en Casa José (C/ Abastos, 32); Chinchón, que presume de plaza Mayor y tiene un parador de turismo que fue monasterio de los agustinos (C/ de los Huertos, 1); La Granja, que es nuestro particular Versalles, o El Escorial, cuyo monasterio es patrimonio de la humanidad por la Unesco, a la sombra de la sierra de Guadarrama. Una vez aquí, lo suyo es comer en el restaurante Montia (C/ Calvario, 4).
Ahí están esperando también Buitrago de Lozoya, fortificado, bañado por el río del mismo nombre y con Museo Picasso, porque el barbero del malagueño de París era de aquí; el bello Patones, en la ruta de la arquitectura negra; el casco histórico de Pedraza o la ciudad romana de Segóbriga, con su teatro y su anfiteatro del siglo I d.C. Todos estos destinos son cercanos: a menos de una hora de distancia, tal y como se ve en la Guía Repsol. Consulta todos los datos aquí.
Así, sea dentro o fuera de la capital, disfruta de este fin de semana con algunos de estos planes de San Isidro. Ideales para toda la familia, amigos o en solitario, lo importante es pasarlo bien.
Como cada año, a mediados de mayo, en la capital de España vuelven al sol primaveral las tardes en la Pradera, los chotis al son del organillo, los trajes de chulapa y chulapo con claveles en la solapa y las delicias para el paladar como los barquillos, las rosquillas y, para los estómagos más curtidos, las gallinejas y los entresijos.