El último líder de la Unión Soviética (URSS), Mijail Gorbachov, será recordado como el artífice de la Rusia moderna. Pasará a la historia por poner fin a la Guerra Fría y por acercarse a Occidente, pero también por no haber conseguido mantener viva la URSS y el sistema comunista pese a sus intentos de apertura y de reformas. Su perfil contrastaba con los dirigentes del partido comunista de la época, la mayoría de ellos inmovilistas. Cuando dejó el poder, siguió abrazando el modelo occidental hasta el punto de protagonizar anuncios publicitarios para marcas estadounidenses y europeas.
Gorbachov se dejó seducir por una suculenta oferta de la compañía Pizza Hut, que abrió su primer establecimiento en Rusia en 1990. Por un millón de dólares, en 1997 entró con su nieta en un restaurante de la cadena estadounidense. Allí, una familia se sorprende por su presencia y muestra la realidad cotidiana de millones de personas: la sociedad rusa estaba dividida sobre si el legado del exmandatario fue bueno o malo para el país.
Vítores por la apertura a Occidente
Hasta que una anciana recuerda que los rusos tienen “muchas cosas gracias a Gorbachov”. Entre ellas, la comida rápida. “A veces nada une a la gente como una buena pizza caliente de Pizza Hut”, dice el anuncio de 60 segundos creado por la agencia BBDO, en el que finalmente la familia vitorea al exlíder de la URSS, que sonríe a la vez que sirve un trozo de pizza a su nieta.
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La pieza audiovisual se emitió a lo largo de 1998 de forma internacional. Además, el inventor de la ‘perestroika‘ se justificó diciendo que ese dinero no era para él, sino que serviría para financiar su fundación. Como su mandato, el ‘spot’ creó adeptos y detractores: en 2010, la revista ‘Time’ incluyó la campaña en la lista de los “10 comerciales de celebridades más vergonzosos”.
Otro anuncio para Luis Vuitton
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En 2007 repitió la jugada, esta vez con la marca de lujo francesa Louis Vuitton. Protagonizó una aparición fugaz, pero no por ello menos comentada. En el ‘spot’, sale sentado en la parte de atrás de un coche, con una bolsa de la marca a su lado. Lo llamativo de las imágenes es que por la ventanilla mira los restos del Muro de Berlín, que el mismo ayudó a derribar tras impulsar numerosos cambios en la Europa del Este. “Un viaje nos pone cara a cara con nosotros mismos”, rezaba el anuncio.
Grammy por un cuento infantil
Por otro lado, Gorbachov ganó un Grammy en el año 2004 en la categoría ‘Mejor álbum hablado para niños’ Fue junto al expresidente de Estados Unidos Bill Clinton y la actriz Sophia Loren gracias al cuento infantil ‘Pedro y el lobo’, una composición sinfónica del ruso Serguéi Prokófiev escrita en 1936.
