Ya se ha empezado a grabar el regreso de ‘Gossip Girl’, pero antes de que esta producción llegue a nuestras pantallas, Netflix arrasa con lo que podríamos denominar su versión decimonónica: ‘Los Bridgerton’. Basada en los libros de Julia Quinn, la serie, por si no la han visto, narra la vida de una familia aristocrática en el Londres de la Regencia, un convulso periodo de la historia inglesa.
Las comparaciones con ‘Gossip Girl’ son más que evidentes por tres razones fundamentales: por una parte, existe un narrador omnisciente que pone al tanto de los últimos cotilleos a la alta sociedad londinense; por otra, nos encontramos ante la clase alta de la época y, para finalizar, la moda tiene un papel fundamental en la trama. Y eso es lo que ha hecho que nos pique la curiosidad por saber cómo de fiel es a la realidad su propuesta de estilo.
“Coppola decía que cuando filmó ‘Drácula’ él pretendía que el vestuario fuera un escenario, y a mí me parece que esta serie busca lo mismo”, asegura el historiador del traje Pablo Pena. “Hay trajes asombrosos, aunque para los historiadores sean increíbles por los colores que usan, las aplicaciones de pedrería… ¡La ropa sabe a Swarovski!”.
Pero vayamos por puntos. ¿Cómo es de fiel la serie a la realidad de la época? “La licencia más fuerte es la de presentar una monarquía vestida con la moda de treinta años antes”, explica Pena. “Por las imágenes que conocemos, ningún país de Occidente vestía ya de esa forma, no iban tan retrasados como para vestir a la francesa”. Según Ellen Mirojnick, la responsable de vestuario de la serie, la idea era respetar la información que se conserva sobre la reina Carlota de Inglaterra, que, al parecer, vistió la moda del Antiguo Régimen hasta su fallecimiento, si bien es cierto que hay retratos en los que se puede ver lo contrario y que hay cierta discusión sobre cómo usaba la moda la soberana (igual que sobre sus raíces africanas, que si bien algunos historiadores las defienden, lo cierto es que estás se remontarían a casi cuatrocientos años atrás).
Otro de los rasgos más llamativos de la serie es la paleta cromática que se ha empleado, sobre todo para diferenciar a los Bridgerton de sus vecinos los Featherington. “Los tejidos están bien estudiados, con las sedas bordadas en la parte baja y los algodones estampados para el día a día y para las más jóvenes”, señala Lucina Llorente, del Museo del Traje. “Pero los colores me parecen bastante subidos de tono en los trajes Nuevo Imperio. Deberían ser blancos y con algunos tonos oscuros, herencia de las pinturas de Pompeya”. Coincide con ella Pena: “Esos tonos no llegan hasta pasado 1820. En ese momento estaban todavía fascinados con el mundo griego”.
Y siguiendo con el clan Featherington, su matriarca, Portia (interpretada por Polly Walker), es la que más se distancia en estilo de la serie: “Va anacrónicamente vestida”, dice Llorente, mientras que Pena afirma: “Parece sacada de los retratos de Sargent. Está totalmente fuera de estilo”. Por el contrario, Lady Dunbury se viste al estilo de la emperatriz Josefina: “Cuando Napoleón la convierte en emperatriz, creando así una dinastía nueva, se opta por que luzca el cuello Médici, un cuello elevado y almidonado que resalta por encima del cuello y que era tradicional de las reinas francesas. Es intrigante como lo usan en la serie para este personaje”.
El cabello tampoco se salva de la revisión realizada por los expertos a los que hemos consultado. Los peinados sueltos no se permitían como lo vemos en la serie y eran difícil de encontrar los complicados diseños de trenzas que aparecen en ‘Los Bridgerton’ para asistir a los bailes: “He llegado a ver un peinado jirafa, que es propio de 1830”, anota Pena. “Está claro que el trabajo de peluquería de la serie pretende competir con la propuesta de indumentaria, pero en aquel momento iban más aburridas, por lo menos en los datos que conservamos. De hecho, la gente llegaba a estar más sujeta a la moda de lo que estamos ahora, y realmente las personas que destacaban no lo hacían por extravagantes, sino por puntillosas, como es el caso de Beau Brummell”.
Y ya que sacamos el caso de la figura que marcó la moda masculina de principios del siglo XIX, ¿cómo ven a los hombres? “Parece que han tomado nota del retrato de Lord Byron antes de ir a la Guerra de Grecia, donde fallecería, pero eso era 1824. Y creo que tiene su explicación: el más avanzado en estilo es el Duque y coincide con que es el de ideas más avanzadas también, ya que no quiere casarse ni tener hijos y es un personaje descarriado que quiere llevar una vida Tinder”.
Así que ya saben, ‘Los Bridgerton’ es una opción amena para pasar los días de lluvia, pero no lo tomen como ejemplo si se presentan a un examen de historia de la moda… no les irá bien.