Una fiesta se vivió este sábado en el Estadio Nacional en el marco del Well Fest. Una selección nacional histórica se enfrentó a los amigos de Ronaldinho, quien era la gran atracción en el recinto de Ñuñoa. El exastro del Barcelona saltó al campo de juego y se llevó una ovación de los presentes en el coliseo. También se dio algunos lujos fuera del campo de juego.
Además de las exigencias que hizo en la antesala del compromiso, justo antes que se iniciara la acción en la capital, un fanático ingresó al césped a inmortalizar algún instante junto a su ídolo. El campeón del mundo en 2002 optó por darle su autógrafo, pero no en la camiseta, como se acostumbra: el crack brasileño firmó la pierna del hincha. También se negó, en su condición de estrella, a la exigencia de llevar una GoPro para filmar el partido en primera persona. Esa cámara la llevó el árbitro.
En los futbolístico, el equipo de Ronaldinho empezó 2-0 arriba en el primer tiempo. Sin embargo, Jorge Valdivia se encargó de descontar para el equipo nacional. Tras la conquista, el Mago llevó su vista a la tribuna y le dedicó la anotación a su pareja, la diputada Maite Orsini. Luego, cerca del final del primer tiempo, Iván Zamorano recordó sus tardes con la Roja para anotar el 2-2, vía penal.
Ronaldinho, mostrando su sentido de la competencia, se olvidó en un momento del carácter amistoso del evento y se enojó con los cobros del árbitro. De hecho, se lo hizo ver con una actitud hostil de su parte y luego pidió cambio de juez. Claro que durante toda la tarde, la sonrisa de Dinho fue lo que primó. Sin ir más lejos, uno que se llevó un recuerdo del brasileño fue Nicolás Peric, quien se fue con su botín firmado. Tras el primer tiempo, ex Milan fue a saludar a la galería y la gente le retribuyo con aplausos.
El día fue ajetreado para Ronaldinho desde antes del partido. Justo en las horas previas a su arribo al Nacional, el exjugador se reunió con Arturo Vidal. El volante de Colo Colo llegó hasta el hotel donde alojaba el brasileño y le pidió que firme una camiseta para su hijo, Alonso. La situación, como la mayoría de los movimientos del talentoso exfutbolista, quedó inmortalizada en las redes sociales.
Ya en el estadio, un saludo especial fue el que tuvo con Valdivia. En el túnel del Nacional, Dinho reconoció al exseleccionado nacional y tuvieron un afectuoso intercampio. Ambos coincidieron en el Brasileirao cuando el chileno brillaba en Palmeiras. El Mago había anticipado el choque entre ambos este miércoles, asegurando que pese a compartir posición, nunca tuvieron características similares. Aun así, la gente los asocia, al tratarse de dos exponentes en una posición donde cada vez aparecen menos elementos.
Otro aspecto presente en Santiago fue la música. La gente vivió la fiesta en todo momento y la organización aprovechó las luces led del coliseo para hacer un juego de luces, algo que también ocurría en las anotaciones de ambos elencos.
