El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, conversó con La Tercera después de una semana de que se haya llegado a un acuerdo para escribir la nueva Constitución, a lo que el militante socialista se refirió en esta ocasión que “este primer paso no garantiza el éxito”.
El primer día del acuerdo, Elizalde destacó que se iniciara este nuevo camino para avanzar en una Constitución nacida en democracia, pero en la entrevista publicada este domingo también reflexionó en que “el éxito depende de los pasos siguientes y particularmente de aprender que una Constitución no es como una ley: no se puede aprobar por una mayoría circunstancial“.
Asimismo, el presidente del Senado comentó que “este debe ser un diálogo con disposición a escuchar. No con la lógica de imponer“, refiriéndose a la diversidad de tendencias políticas que hay dentro del acuerdo, 17 partidos políticos lo firmaron, y el ambiente polarizado que se siente en el país.
Al ser consultado por los resultados del 4 de septiembre con los que se podría creer que el ala derecha tendrá mayor representación en el proceso, Elizalde comentó que “si la música la pone la izquierda, o si la pone la derecha, no toda la sociedad chilena va a bailar. Y una buena Constitución es aquella en que todos bailan con esa música“.
Para Álvaro Elizalde en la nueva Constitución tendrían que confluir tres elementos: consagrar un Estado social y democrático de Derecho, un sistema político que “dé respuesta oportuna a las demandas ciudadanas”, y “certezas y reglas del juegos claras no solo para el crecimiento económico, sino para un desarrollo inclusivo” en lo económico.
Sobre ese sistema político que plantea, cree que hay una desvalorización de los partidos, de los espacios de deliberación y del trabajo político, destacando que hay una especie de figuración personal más que colectiva, por eso mismo, expone que “tenemos que generar un sistema que restituya algo que fue tradicional en la política chilena, que es la importancia de las ideas. Y que al momento de votar, se vota por proyectos de país y por ideas”.
Finalmente, concluye con que este acuerdo es un hito dentro de la política chilena y que espera que haya “voluntad de resolver problemas estructurales en la forma de convivencia en Chile que nos permitan, efectivamente, no solo contar con un mejor sistema político, sino que generar condiciones para un desarrollo inclusivo”.
