El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha acortado su fin de semana de descanso en Delaware y ha regresado este sábado a la Casa Blanca tras conocerse el lanzamiento de un ataque de Irán con drones y misiles a Israel Tras estar recibiendo información regular actualizada sobre el ataque, Biden ha celebrado en la ‘Situation Room’ una reunión para abordar la crisis, que acerca peligrosamente la escalada regional del conflicto abierto hace algo más de seis meses en Gaza, una ampliación que Biden había marcado como prioritario evitar.
“Nuestro compromiso con la seguridad de Israel contra las amenazas de Irán y sus aliados es inquebrantable“, ha escrito el mandatario en un mensaje compartido en redes sociales, acompañado con una imagen de la reunión con sus principales asesores de seguridad nacional. Es la misma frase que ha estado diciendo en los últimos días, incluyendo esta misma semana en una rueda de prensa.
Poco antes del retorno de Biden a Washington la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional , Adrienne Watson, había confirmado públicamente en un comunicado el lanzamiento del ataque asegurando que “Irán ha empezado un ataque aéreo contra Israel”. Wastson también avanzaba en el texto distribuido por la Casa Blanca que el ataque “probablemente” se iba a” desarrollar a lo largo de varias horas”.
Intercepciones
El comunicado de Watson renovaba el compromiso de EEUU de ayudar a Israel a defenderse y aseguraba que “EEUU estará junto al pueblo de Israel y apoyará su defensa contra estas amenazas de Irán”,. No mucho después, fuentes militares citadas por los medios estadounidenses aseguraban que sus sistemas de defensa en Oriente Próximo habían interceptado algunos de los drones iraníes, sin especificar en un primer momento cómo ni dónde.
“De acuerdo a nuestro férreo compromiso con la seguridad de Israel, las fuerzas de EEUU en la región siguen derribando drones lanzados por Irán contra Israel”, ha explicado una fuente del Pentágono. “Nuestras fuerzas siguen posicionadas para dar más apoyo defensivo adicional y para proteger a las fuerzas estadounidenses que operan en la región“.
Reunión en la Situation Room
En la reunión en la Situation Room, según información distribuida por la Casa Blanca, han participado en persona, además de Biden el secretario de Defensa, Lloyd Austin; el de Estado, Antony Blinken; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Charles Brown; el director de la CIA, Bill Burns, y la Directora Nacional de Inteligencia, Avril Haines, además del asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan y otros altos cargos.
La vicepresidenta Kamala Harris y el jefe de gabinete de Biden, Jezz Zients, se sumaban a través de una conexión segura por vídeo.
Diplomacia inútil
La escalada del conflicto era algo que Washington había temido y anticipado, especialmente después del ataque israelí en el consulado iraní en Damasco (Siria).
En esa preocupación entraba la posibilidad de que el contraataque iraní pusiera en la diana directamente a tropas estadounidenses desplegadas en Oriente Próximo y a lo largo de la última semana Washington había estado reforzando su presencia militar con barcos y bombarderos. También esta semana viajaba a Israel el jefe del Mando Central, el general Erik Kurilla, para reunirse con altos mandos militares israelíes para abordar la amenaza.
A la par, Washington había intensificado los esfuerzos diplomáticos para tratar de disuadir a Irán. El viernes Biden instaba directa y públicamente a Teherán a que no atacara aunque también reconocía tener la sensación de que el ataque se produciría “más pronto que tarde”.
En los días previos la Casa Blanca había hecho contactos con Irán a través de la embajada de Suiza en Teherán para advertir de “los peligros” de excederse en la respuesta al ataque israelí , según explicó el viernes ‘The Washington Post’. EEUU también pidió a diplomáticos de China, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar e Irak que transmitieran ese mismo mensaje.
Los iraníes, por su parte, respondieron a través de la legación suiza el miércoles, asegurando que no querían un enfrentamiento directo con EEUU. Enviaron el mismo mensaje a través de otros diplomáticos. Y según una fuente del ‘Post’, la idea que transmitieron fue que Irán debía “responder” pero también aseguraba que esa respuesta sería “contenida”.
No era un mensaje que calmara en Washington, consciente de que una vez que el conflicto se extienda, puede evolucionar de forma peligrosa e impredecible.
Drones y misiles
Aunque los iraníes habían anunciado el lanzamiento de “docenas de drones y misiles” algunas fuentes en Washignton citadas por la cadena ABC habían calculado que se podrían ser entre 400 y 500 drones, principalmente lanzados desde Irán pero también desde Irak, Siria, el sur del Líbano y por parte de los hutíes desde Yemen. Los drones, según esa fuente, son iguales a los que Rusia está usando en Ucrania.
Con menor velocidad, los drones podrían usarse para tratar de distraer a las defensas israelís, según un antiguo alto cargo estadounidense citado por ‘The New York Times”, y ese ataque se intentaría sincronizar con los de misiles, más rápidos.
