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Así será la automoción en 2030: coches eléctricos vendidos por internet y pagados por el Estado

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Comprar un coche nuevo a golpe de ‘click’, sin necesidad de pisar un concesionario, será la opción más utilizada en 2030, según la opinión del 62% de los directivos españoles. Este consenso es todavía más claro a nivel global, donde el 78% de los ejecutivos del sector de la automoción considera que la mayoría de las ventas se realizarán por Internet. Todos estos datos se recogen en el estudio Global Automotive Executive Survey 2021 (GAES 2021), realizado por KPMG con una encuesta a 1.118 empresarios de la industria.

Este cambio de paradigma en el sector de la automoción va a suponer un crecimiento de las ventas directas por parte de los fabricantes, lo que les obligará a priorizar una experiencia digital fluida frente a otros aspectos que hoy en día se tienen más en cuenta, como el propio rendimiento del vehículo. En España, el 52% de los directivos asegura que sus compañías están muy preparadas para esta Industria 4.0. En cualquier caso, están obligados a adquirir nuevas capacidades digitales, comerciales y operativas.

Foto: El coche eléctrico tiene futuro en España. (Unsplash)

Esta digitalización de los procesos de compra no será la única novedad de cara a 2030. También se afianzarán tendencias que se han desarrollado en los últimos años, como el coche eléctrico, aunque habrá que reforzar la disponibilidad de infraestructuras públicas de recarga, que actualmente son escasas. En este sentido, la socia responsable de Automoción de KPMG en España, Begoña Cristeto, advierte de que nuestro país está “lejos de cumplir con el objetivo fijado por el Pacto Verde Europeo para 2025 de disponer de un millón de puntos de recarga en toda Europa”.

Los ciudadanos se muestran interesados en el coche eléctrico y, de hecho, están dispuestos a esperar un máximo de 30 minutos para las baterías de sus vehículos. Al menos así lo entiende el 91% de los directivos encuestados, que insisten en la necesidad de invertir tanto en estaciones de servicio como en el desarrollo de automóviles de recarga rápida.

Pero no solo de puntos de recarga va a vivir el coche eléctrico, sino que el Estado tendrá un papel muy importante. El 64% de los directivos españoles entiende que este tipo de vehículos verdes no pueden generalizarse sin subvenciones públicas y el 43% estima que todos los coches de batería eléctrica deberán estar subvencionados con independencia de su precio. A nivel global, solo el 23% de los ejecutivos apoya esta última afirmación.

Foto: Lightyear One durante una prueba en el Valle de la Muerte

Sea con coches eléctricos o de combustión, el 53% de los encuestados de todo el mundo confía en que la industria del automóvil registrará un crecimiento rentable en los próximos cinco años. No obstante, hay un 38% que se muestra más desconfiado y opina que el sector se encuentra en un punto crítico para su futuro, tanto a corto como a medio y largo plazo.

También habrá cambios en los modelos de negocio. Un 74% de los directivos españoles considera que, en 2030, el modelo de suscripción a vehículos resultará ya un modelo competitivo frente a la venta y alquiler tradicionales. Además, la comercialización de los datos generados por los automóviles se apunta como una nueva vía de negocio para los fabricantes, especialmente a través del sector seguros. Por su parte, el desarrollo de coches autónomos y conectados también abrirá nuevas vías de negocio, aunque exigirá importantes inversiones por parte del sector, algo que ven con buenos ojos el 23% de los encuestados.

Preocupación por la cadena de suministros

El ámbito que genera más intranquilidad entre los directivos es la cadena de suministros, que ya se ha visto perjudicada desde que estalló la pandemia del covid-19. El 68% de los encuestados manifiestan su preocupación por la disponibilidad, el precio de las materias primas y mercancías y la mano de obra. De asentarse esta tendencia, son muchos los proveedores que verían en riesgo la continuidad de su actividad.

Para solventar estos problemas, los directivos se muestran dispuestos a ejercer un mayor control sobre sus cadenas de suministro. En España, soluciones como el aprovisionamiento directo, la acumulación de inventario o la relocalización de la producción ocuparán un lugar destacado entre las estrategias de las empresas de automoción. A juicio de Begoña Cristeto, “la cooperación y la asunción de riesgos compartidos, la integración de nuevas capacidades, la flexibilidad y el establecimiento de una relación fluida con el cliente, basada en la confianza, serán indispensables para tener éxito en este nuevo entorno”.

En cuanto a la escasez de mano de obra, el 43% de los directivos españoles expresa su inquietud y preocupación, una percepción más moderada que en el conjunto global (55%). Conforme la industria española vaya incorporando modelos eléctricos, que requieren mano de obra especializada, es previsible que la percepción sobre el impacto de la escasez de profesionales en el negocio aumente. Por ese motivo, los entrevistados ven necesario que las compañías del sector se anticipen y pongan en marcha estrategias de atracción y captación de talento para desarrollar nuevas actividades asociadas a las nuevas tecnologías que se presentan.

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