Home Noticias Un plan de reconstrucción sustentable y solidario sobre la mesa

Un plan de reconstrucción sustentable y solidario sobre la mesa

208
0

Hemos vivido las consecuencias de una pandemia devastadora, que ha afectado al mundo y a cada persona, especialmente a los más vulnerables, con duelos y angustias. Cerca de 30 mil muertos en un año marcan la escala de este desastre en Chile.

Se suma una crisis en salud mental y una postergación masiva de tratamientos; 900 mil empleos por recuperar, pymes y hogares apremiados por ingresos inciertos y deudas, retroceso de la participación laboral femenina equivalente a una década, sectores de la economía golpeados, como servicios y cultura; madres y padres agobiados por cuidado, ollas comunes, empeoramiento de la crisis de vivienda. Nuestras niñas, niños y adolescentes llevan un año encerrados, las deserciones escolares saltan a 40 mil, aumento de violencia de género y diversidades. Es indudable que la pandemia ha agudizado las desigualdades y vulnerabilidades preexistentes, dejando en dramática evidencia las fragilidades de nuestro pacto social y las inseguridades básicas ante eventos adversos.

Nuestra primera tarea debe ser hacernos cargo de la dura realidad que deja la pandemia. Proponemos implementar un plan integral de recuperación sustentable y solidario –una especie de Plan Marshall como ocurrió en Europa después de la Segunda Guerra Mundial para levantar al país tras un desastre de gran escala. En el corto plazo, 2022, ello debe enfrentarse con recursos del fisco, con una política fiscal expansiva. El costo total es incierto, por la incierta evolución de la pandemia, pero un incremento en el gasto público de 5 puntos del PIB para el 2022 está en el rango de lo esperable. La consolidación fiscal partirá en 2023, una vez hayamos reactivado fuertemente la economía y los empleos.

Reconstruir mejor es levantarnos de la pandemia con una visión transformadora, recuperar la situación de los hogares chilenos, abordar las urgencias del corto plazo y, en el proceso, avanzar en los cambios estructurales de mediano plazo que Chile necesita. Por eso, la reconstrucción se organizará en torno a cinco ejes: 1) crecimiento verde, 2) digitalización, 3) género y sello feminista, 4) reducción de las desigualdades y 5) descentralización y dimensión territorial en las políticas públicas. El nuevo Gobierno será un Gobierno de reconstrucción y transformaciones.

En el mediano plazo, la salida de la pandemia debe empalmarse con reformas estructurales en protección social, pensiones, salud, vivienda, educación, seguridad pública y medioambiental, que permitan dar un salto cualitativo en reducir las desigualdades e incertidumbres que afectan a la gran mayoría. Saliendo de un estallido político y social, es claro que este salto es indispensable para la cohesión social y la convivencia intercultural en Chile. Para financiar estas exigencias, se requerirá un aumento permanente de la recaudación, de modo que los que más tienen contribuyan más.

En el corto plazo, las cuatro líneas de acción prioritarias son recuperar la salud de las personas, asegurar ingresos, la reactivación económica y empleo, y un plan remedial en educación.

En salud, por ejemplo, se estima que tanto las consultas a especialistas como las cirugías electivas cayeron en un 40%. Han aumentado también las listas de espera GES. Proponemos reforzar el financiamiento de la red de APS y hospitalaria para atender prestaciones atrasadas. Mejorar atención primaria de salud universal permitirá avanzar hacia un seguro universal de salud. Asimismo, será indispensable avanzar en sistemas híbridos de atención presencial y telemedicina, e implementar planes de salud mental y dental.

De ser necesario, se mantendrán ingresos de emergencia para asegurar ingresos familiares que permitan un consumo básico y programas de saneamiento financiero que permitan reestructurar créditos y pagos para familias y pymes.

Un foco central es la recuperación del empleo y una reactivación sustentable. Junto con impulsar una cartera de proyectos de infraestructura, planes de empleo y capacitación y apoyo a las pymes con cobertura en todas las regiones, es central hacerse cargo de los urgentes desafíos medioambientales y el cambio tecnológico, impulsando inversión pública con foco en lo verde y en lo digital.

Esperamos lanzar un programa de vivienda pública de calidad que responda al inmenso déficit habitacional y mejore la eficiencia energética, acondicionamiento térmico de viviendas vulnerables; programas de empleo –rural y urbano– enfocados en la prevención de incendios forestales, reforestación y siembra de árboles, impulso a la electromovilidad, fomentando inversiones en estaciones de carga eléctrica a lo largo de Chile.

De llegar al Gobierno, implementaremos un masivo programa de capacitación con foco en TICs y digitalización –cerca de 100 mil personas en 18 meses– para dotar a los trabajadores de las nuevas habilidades que demanda el cambio tecnológico, que permita a las personas reconvertirse y reducir las brechas de género en la participación laboral y digital. El aumento en las brechas de género se abordará con instrumentos específicos, estímulo al empleo con foco en mujeres y a emprendimientos liderados por mujeres, un gran impulso a la economía del cuidado.

En educación, renovaremos la infraestructura de escuelas públicas, incluyendo plena conectividad de escuelas y estudiantes. Después de más de un año de una educación interrumpida, se implementará un programa remedial de aprendizajes y otros que busquen reinsertar a los estudiantes que desertaron. Es indispensable fortalecer con sentido de urgencia las capacidades psicosociales en escuelas públicas y subvencionadas. Asimismo, tomando en cuenta el déficit actual, se iniciará un plan de construcción de 300 salas cuna y jardines infantiles de la red pública.

El Estado es insustituible para levantar al país de una pandemia cuyas consecuencias se sentirán por años. Así lo han entendido Joe Biden en EE.UU. y Jacinda Ardern en Nueva Zelandia, con planes integrales de recuperación, relevando el rol estratégico del sector público y elevando la carga tributaria a los que más tienen. Lamentablemente, el Gobierno de Chile sigue preso de la ideología neoliberal y no logra entender estas señales de una nueva época. Dado el sentido de urgencia y planificación que se requiere, en las próximas semanas daremos a conocer medidas más específicas en estas y otras áreas. Necesitamos una reconstrucción potente que señale un nuevo rumbo para el país.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

<!– Descargar documento anexo de esta noticia –>

comentarios

Comentarios

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here