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El Pentágono define la operación como “respuesta militar proporcionada” al ataque reciente en una base de EEUU en Irak donde murió un contratista y un soldado resultó herido
Joe Biden ha autorizado su primera operación militar conocida desde que llegó a la Casa Blanca. Este jueves Estados Unidos ha lanzado en la frontera este de Siria con Irak un bombardeo aéreo contra instalaciones empleadas por milicias señaladas por Washington como respaldadas por Irán como Kataib Hezbollah y Kataib Sayyid al-Shuhada.
El ataque ha sido identificado por el Pentágono como “respuesta militar proporcionada” a otros “recientes”, así como a “amenazas continuas”. El 15 de febrero, en un ataque a una base estadounidense en el aeropuerto de Erbil, en Irak, perdió la vida un contratista que trabajaba con el ejército de EEUU y resultaron heridos cuatro contratistas estadounidenses así como un militar.
Este jueves no se ha hecho oficial si el bombardeo aprobado por Biden han dejado víctimas mortales o cuántas, aunque en declaraciones protegidas por el anonimato a medios de EEUU altos cargos de la Administración Biden han dicho que creen que ha habido varios muertos.
“Desescalar”
“El presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la coalición”, ha asegurado en el comunicado que ha confirmado la operación militar John Kirby, portavoz del Pentágono. Kirby también ha asegurado que la actuación se ha llevado a cabo “junto a medidas diplomáticas, incluyendo consulta con los socios de la coalición”.
La decisión de Biden lanza según Kirby “un mensaje inequívoco” de determinación pero también se ha llevado a cabo, según su comunicado, “de manera deliberada que pretende desescalar la situación general en el este de Siria y en Irak”. Según fuentes de ‘The New York Times’, el Pentágono presentó varios grupos de objetivos potenciales mayores a Biden, pero el presidente “aprobó la opción más pequeña”, dando su autorización este jueves por la mañana.
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Lloyd Austin, el secretario de Defensa, ha defendido este jueves tras la operación que la Administración ha sido “deliberada” y ha destacado que se “permitió y animó a los iraquíes a que investigaran y consiguieran inteligencia” sobre el ataque del día 15.
Aquel ataque llegó solo tres días antes de que EEUU ofreciera formalmente reiniciar las conversaciones con Irán sobre el pacto nuclear multilateral que abandonó Donald Trump. El viernes pasado, en un discurso virtual centrado en política exterior en la Conferencia de Seguridad de Munich, Biden renovó públicamente esa disposición a volver a la mesa de negociaciones con Teherán pero añadió: “debemos también lidiar con las actividades desestabilizadoras de Irán en Oriente Medio”.