Uno de los niños fue tratado exitosamente con medicamentos de inmunoterapia, mientras que el otro tuvo que ser sometido a cirugía.
Por primera vez en el mundo, un equipo de científicos japoneses estudió dos casos de transmisión de cáncer de cuello uterino de madre a bebé, en niños que años después contrajeron cáncer de pulmón por haber ingerido líquido amniótico que contenía células afectadas por la enfermedad, según detallan los investigadores en un artículo publicado el pasado 7 de enero en la revista New England Journal of Medicine.
El análisis encontró que los datos del ADN de las células cancerosas de los niños y sus madres tenían las mismas mutaciones. Llamativamente, las células cancerosas de los niños no contenían el cromosoma Y, que generalmente poseen los hombres.
Uno de los niños fue tratado con un medicamento de inmunoterapia contra el cáncer, mientras que al otro lo sometieron a una operación quirúrgica. Ambos lograron sobrevivir, a diferencia de las dos madres, que murieron por cáncer de cuello uterino. Citada por Japan Times, Chitose Ogawa, jefa del Departamento de Oncología Pediátrica del Hospital del Centro Nacional del Cáncer de Japón, subrayó que se trata de “casos muy raros”. Según la experta, para prevenir estas situaciones “es importante evitar que las madres desarrollen cáncer de cuello uterino”. Ayumu Arakawa, especialista del mismo hospital, cree que la transmisión de células cancerosas a través del líquido amniótico se puede prevenir mediante cesáreas.
La principal causa del cáncer de cuello uterino es la infección por determinadas cepas del virus del papiloma humano. La vacunación contra este virus, si se aplica antes de cumplir los 17 años, evita que las mujeres desarrollen la enfermedad. A su vez, los chequeos regulares facilitan la detección del cáncer en una etapa más temprana.