Acostumbrada a operar en las sombras, NSO, la empresa desarrolladora de Pegasus, el software espía utilizado únicamente por gobiernos y servicios de inteligencia, ha vuelto a colocarse en el foco. El supuesto hackeo del teléfono móvil de más de 60 políticos, abogados y activistas del independentismo catalán ha puesto en duda el ambicioso mensaje con el que la compañía de ciberinteligencia israelí se presenta en su página web: “Creamos tecnología para ayudar a las agencias gubernamentales a investigar el crimen y el terrorismo para salvar miles de vidas alrededor del mundo”.
De la empresa sabemos sin embargo que, entre otras cosas, ha sido vinculada con el asesinato del disidente saudí Jamal Kashoggi y que ha sido denunciada por WhatsApp y Facebook en virtud de la Ley de Abuso y Fraude Informático de Estados Unidos, pero, ¿quién está detrás de NSO Group? ¿Quiénes crearon Pegasus?
Niv Carmi, el técnico
Niv Carmi es un exagente del Mossad, una de las agencias de inteligencia y antiterrorismo israelíes. Fue el último en unirse al trío cuyas iniciales dieron nombre a la empresa (NSO) y el responsable de desarrollar la parte técnica, es decir, la que posibilitó que Pegasus fuese cada vez más efectiva a la hora de hackear teléfonos móviles, llegando incluso a poder activar el micrófono y la cámara del dispositivo de forma remota. Sus contactos militares ayudaron a la compañía, además, a crecer dentro del sector, pero terminó abandonando el proyecto.
Shalev Hulio, el CEO
Shalev Hulio tiene 39 años, es el CEO de NSO Group y un excomandante del mando de Defensa Civil del IDF, las Fuerzas de Defensa de Israel, donde tuvo un papel destacado en la contención de la Segunda Intifada.
Noticias relacionadas
Finalizado su servicio militar, Hulio estudió Derecho y fundó con su amigo del instituto Omri Lavie una empresa llamada CommuniTake, un proyecto que pretendía mejorar la capacidad de actualización de los teléfonos móviles. Tras su fracaso, y un pequeño periodo de inactividad, fundó NSO Group.
Omri Lavie, el exnúmero dos
Movido por la pasión por la tecnología que compartía desde el instituto con su amigo Shalev, Omri Lavie se unió a la fundación de NSO tras fracasar su primera aventura empresarial en la crisis financiera de 2008. En el periodo entre el cierre de su compañía y el arranque de NSO, Omri llegó incluso a vender teléfonos móviles en un centro comercial, pero nunca perdió de vista su intención de emprender. Pese a que ya no sigue formando parte del día a día de la empresa, sigue siendo parte de la junta de accionistas.