Es muy probable que en los últimos tiempos sean muchas las veces en las que has escuchado hablar sobre el término ‘armario cápsula’. Mucho se ha hablado y escrito acerca de él, pero no siempre de forma acertada, de ahí que convenga aclarar qué es exactamente y por qué merece la pena que nos detengamos a pensar en él por una cuestión de estilo pero también de sostenibilidad. Se trata de algo tan simple como invertir en básicos en lugar de ir saltando de tendencia en tendencia. O, mejor dicho, de crear el tipo de armario que tú necesitas.
El concepto de moda cambia completamente bajo este prisma porque se abandona el manido ‘lo quieres, lo tienes’. Ahora la estrategia es dar un paso atrás, pararse a pensar qué es lo que verdaderamente nos hace falta y hacer una compra de manera consciente, no impulsiva. Un golpe de timón con el que alterar el rumbo pautado por el fast fashion y el consumo exagerado para dirigirse a otro camino.
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Parece algo nuevo, pero es algo sobre lo que ya se venía hablando desde hace mucho tiempo. Carolina Rector, creadora del blog Unfancy, fue una de las que más famosa hizo esta expresión al demostrar que solo hacían falta 37 cosas para vestir bien, siempre y cuando se trate de prendas versátiles que por supuesto te encanten. Y es que, en efecto, más allá de práctica, esta idea influye notablemente en la autoestima de cada uno porque garantiza que, elijas lo que elijas de los estantes, sabes que no vas a fallar. Al fin y al cabo, el hecho de tener únicamente las prendas que consideras esenciales te permite ahorrar mucho tiempo por las mañanas, ya que desaparecen todos esos artículos que cada vez los ves ahí colgados de la percha te da por pensar: “¿En qué momento pensé que era buena idea comprarme todo esto?”.
Son, por lo tanto, todo ventajas. Puede parecer exagerado, pero, si lo reflexionas bien, racionalizar tu ropa puede agilizar tu vida. Te permite ahorrar dinero, también tiempo y hasta energía que puedes centrar en otros ámbitos, además del gran favor que estarás haciendo al planeta al poner tu granito de arena en no generar tal cantidad de desperdicio.
¿Por dónde empiezo?
Reajustar el vestuario es lo más complicado. El proceso cuesta; sin embargo, el resultado promete ser inmejorable, por lo que hay que tomárselo en serio desde el primer momento si se está decidido a dar el paso. ¿Te lo pondrías en ese mismo momento? Entonces guárdalo. ¿Te genera dudas o lo conservas simplemente por pena o nostalgia? Ha llegado el momento de olvidarse de ello. Practicar el desapego del que tanto habla Marie Kondo cuesta; no obstante, hay que ser firme si se quiere llevar a cabo. Nada de ‘por si acasos’ ni ‘de momentos’, para crear un armario cápsula hay que ser honesta con lo que verdaderamente te hace falta en el día a día porque solo así podrás definirlo. Se trata de darse la oportunidad de conocerse bien para definir las líneas maestras del tuyo. El de Carolina Rector, por ejemplo, se compone de dos vestidos, una chaqueta, un abrigo, nueve pares de zapatos, nueve partes abajo y quince prendas de arriba. Aunque en realidad lo de menos es el número, lo verdaderamente importante es que sean compras intencionadas y no emocionales. “Me di cuenta de que tenía la mala costumbre de ir de compras cuando necesitaba sacarme de mal humor. ¿Un día duro en el trabajo? ¿Ir de compras? ¿No me siento muy bonita hoy? De compras. ¿Frustrado con mi familia? ¡Compras!”, cuenta Rector en una entrevista a ‘Who What Wear’.
Por su parte, Misha Nonoo acota aún más la selección en este sentido. La diseñadora y amiga íntima de Meghan Markle fue otra de las que primero hizo suyo este enfoque pragmático de la moda creando lo que para ella era un guardarropa que te preparaba para cualquier cosa en la vida. Lo demostró con Easy 8, una colección con la que se lograban hasta 22 outfits diferentes y que constaba tan solo de ocho prendas en blanco y negro.
Pero, como decíamos, lo que determina si hemos tomado el camino correcto no es el cuánto sino el qué porque cada una puede crear su selección sumando o restando según le convenga. Es más, incluso puede incluir algunos elementos por duplicado si su uso lo justifica. Lo que de verdad asienta con firmeza esta nueva estructura es que tu armario encaje con tus gustos y con tu estilo de vida. Un armario sin estaciones en el que convivan camisetas de manga corta con jerséis, botas y sandalias sin tener que estar variándolo cada temporada salvo necesidad.
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Las expertas citan básicos de los que siempre se habla como un abrigo, una blazer o cazadora de piel, unos mocasines, unos vaqueros, un jersey de cashmere, un vestido de punto, unas zapatillas, una camisa blanca o una camiseta como ejemplos de lo que puede ayudarte para iniciarte en esta andadura, igual que recomiendan centrarse en los colores neutros porque son los que de verdad nunca cansan. Eso sí, siempre sin obsesiones ni restricciones, con la certeza de saber que puede ir ajustándose de manera natural con el paso del tiempo y que esto desbloqueará un mundo de potencial estilo.
