Sabemos de hace pocos días que Apple ha retrasado la vuelta a la oficina (inicialmente planeada para este otoño) hacia 2022, pero en Bloomberg han detectado ya un intento de ir volviendo gradualmente a la normalidad. El medio ha tenido acceso a una comunicación interna de Apple en la que la compañía pide a sus empleados estadounidenses su estado de vacunación.
Ceder esos datos será completamente voluntario, y si el empleado cede a ello deberá hacerlo como tarde a mediados de este mes de septiembre. De hecho en los estados de Washington, California y Nueva Jersey son datos que por ley ya se habían solicitado formalmente.
Los datos serán anónimos, voluntarios y puede que ayuden al retorno de la presencialidad
En el comunicado Apple ha prometido que los datos de vacunación se mantendrán “seguros y confidenciales“, y ni siquiera los cargos superiores van a tener acceso a los datos de sus subordinados. Ya hay compañías en los Estados Unidos que obligan a sus empleados a vacunarse, pero de momento Apple no está dando ese paso a pesar que lo haya considerado.
La única identificación posible, según Apple, que podría lograrse con los datos es saber detalles como el edificio en el que trabaja el empleado para así organizarse y “crear un ambiente de trabajo sano y seguro“. Puede que no veamos el Apple Park lleno de nuevo hasta el año que viene, pero esto suena a que Apple quiere probar a devolver a las oficinas algunos de los equipos dependiendo de su estado de vacunación. Un retorno gradual en vez de súbito, priorizando al personal que ya tenga la pauta completa.