La prestigiosa BBC realiza un sondeo entre los hinchas ingleses para elegir al mejor técnico de la Premier League y el resultado es una sorpresa. El ganador no es Josep Guardiola, el flamante campeón de la competencia inglesa, ni tampoco Ole Gunnar Solskjaer o Jürgen Klopp, quienes llevaron al Manchester United y al Liverpool a completar el podio del torneo. El designado por la voz popular es Marcelo Bielsa, cuyo Leeds United remató en el noveno puesto y ni siquiera entró en las competencias europeas. Aún así, quizás, también, por razones que trascienden el rendimiento de su escuadra en el campo de juego, el ex seleccionador chileno encandila a los fanáticos e incluso a sus colegas, que hasta se le acercan para pedirle su chaqueta como recuerdo. Bielsa, quien el año anterior había conseguido el ascenso con The Whites, es objeto de culto en la isla.
En todo caso, si se quisiera prescindir de los elementos emocionales, que incluso en ocasiones se traspasan a lo valórico o hasta a lo anecdótico, por la necesidad de ocupar intérprete para hacerse entender, se puede concluir que la campaña del ex seleccionador chileno en su primera temporada en el torneo más exigente del mundo terminó siendo histórica. La medición escapa a los registros del club. El Leeds sumó 59 puntos, producto de 18 victorias, cinco empates y 15 derrotas. Marcó 62 goles y recibió 54. Esos números lo convierten en el ascendido de mejor campaña en la competencia inglesa en todo el siglo XXI y, mejor aún, en el cuarto de mejor rendimiento en toda la historia del certamen.
El logro de Bielsa y sus dirigidos adquiere una mayor dimensión si se revisa qué pasó con los otros equipos que dieron el salto desde la Championship: tanto el West Bromwich como el Fulham volvieron a la categoría, al sumar escuálidas 26 y 28 unidades respectivamente.
Hay otro dato objetivo que engrandece el legado que Bielsa comienza a dejar en The Peakcooks, otro de los apodos que recibe su escuadra: la gran cantidad de goles que convirtió lo dejan como el ascendido de mayor producción ofensiva considerando las cinco ligas más importantes del Viejo Continente.
Ahora, después de la sensación de tranquilidad que debió provocarles la continuidad en la liga más importante del fútbol isleño, los directivos del Leeds tienen escaso espacio para relajarse. El vínculo de Bielsa con el club finalizó con el pitazo final del campeonato, por lo que ahora los esfuerzos deberán orientarse en dos sentidos: por un lado, en la renovación del entrenador y, por otro, en la conformación de una plantilla que lo seduzca y le permita elevar la vara de exigencia asumiendo, eso sí, que, por cuestiones presupuestarias, es imposible acercarse a los gigantes que ocupan los primeros puestos.
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“No puedo negar que he hablado con los dirigentes del club de todas las variables que suponen seguir adelante”, reconoció Bielsa en la antesala del encuentro frente al West Bromwich Albion.
En Inglaterra miran con optimismo la continuidad del entrenador en su actual club e incluso aventuran que existe un principio de acuerdo para que continúe al menos por una temporada más. Como le pasó en Chile, Bielsa está feliz en Leeds. En su paso por la ciudad, ha recibido innumerables muestras de afecto. Sin ir más lejos, después de conseguir el ascenso, una calle fue bautizada con su nombre. Esos elementos, que probablemente para otros entrenadores son poco trascendentes para elegir donde continuar sus carreras, para el rosarino constituyen motivaciones esenciales.
Vacunado ya con ambas dosis para el coronavirus, Bielsa volverá Argentina después de tres años para descansar y meditar sobre su futuro. Mientras, el propietario del club, el italiano Andrea Radrizzani y el director deportivo, el español Víctor Orta, se abocan a desarrollar el proyecto para tentarlo con una nueva temporada trabajando juntos.
De lo que no hay dudas es de que en el Leeds quieren que Bielsa se quede por un buen rato más. La última palabra la tiene el Loco.
