La nueva cepa de coronavirus reportada en Reino Unido ha encendido las alarmas de todo el mundo, y América Latina no es la excepción. A pesar de que Chile fue uno de los primeros países de Latinoamérica en cancelar vuelos desde y hacia el territorio británico, esto no impidió que la nueva cepa llegara al país.
Bastante incertidumbre existe entre la población sobre si es efectivo o no cerrar totalmente las fronteras del país para impedir el ingreso de turistas extranjeros. Frente a esta situación, la subsecretaria de Salud, Paula Daza, siguiendo la línea de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, aseguró que “el cierre de fronteras no soluciona el problema, sino que hay que reforzar las medidas actuales”.
Cuáles con las medidas actuales
A raíz de la detección del primer caso de la nueva cepa de coronavirus en el país, las autoridades de Gobierno tomaron medidas al respecto. Estas se mantendrán vigentes hasta nuevo aviso e incluso existe la posibilidad de que también puedan tornarse más restrictivas si la contingencia sanitaria lo exige.
A partir de este 31 de diciembre de 2020, todos los chilenos, extranjeros residentes en el país y extranjeros visitantes que lleguen o retornen a Chile, independiente del país de origen, deberán cumplir una cuarentena obligatoria de 10 días.
Del mismo modo, los viajeros solo podrán abandonar esta cuarentena con un resultado negativo de PCR, el que debe ser realizado a partir del séptimo día de aislamiento en adelante. A la espera del resultado, deben permanecer en confinamiento. Finalmente, se mantiene la restricción de ingreso al país para las personas que hayan visitado el Reino Unido durante los últimos 14 días.
Medidas en Latinoamérica
La situación en nuestros países vecinos no es muy distinta a la de Chile. Perú decretó “estado de alerta máxima” y suspendieron los vuelos provenientes de toda Europa. Además, anunciaron el cierre de todos los accesos a las playas hasta el 4 de enero y se redujo el aforo en centros comerciales de un 60% a un 40% de la capacidad.
“Revaluaremos poco a poco (las medidas) para ver qué vamos tomando. Tenemos que estar muy alertas porque nos preocupa lo que está sucediendo en Europa con la nueva mutación que se ha encontrado y que es altamente transmisible”, afirmó la ministra de Salud, Pilar Mazzetti.
En Argentina, desde el 25 de diciembre hasta el 8 de enero las fronteras se mantienen cerradas para el ingreso de turistas de países limítrofes. “Queda en suspenso la prueba piloto que autorizó el ingreso de turistas extranjeros provenientes de países limítrofes, tanto por las terminales aéreas de Ezeiza y San Fernando, como por la portuaria de Buquebus”, señaló la autoridad.
El país transandino dispuso a partir del viernes nuevos requisitos para el ingreso y egreso de argentinos, residentes y extranjeros previamente autorizados, los que incluirán la presentación de un test PCR negativo y la realización de una cuarentena obligatoria de 7 días, dijo el Ministerio del Interior.
Además “se dispuso suspender la llegada y salida de vuelos desde y hacia Italia, Dinamarca, Países Bajos y Australia, como así también mantener la restricción con Gran Bretaña, a raíz de la situación epidemiológica que registran estos países tras la aparición de una nueva cepa de Covid-19″, añadió en un comunicado.
Más radical fue Uruguay, donde se cerraron las fronteras del país hasta el 10 de enero y se prohíbe la aglomeración de personas por 2 meses.
En el caso de Bolivia, desde el 25 de diciembre se restringió el ingreso de viajeros provenientes de Europa por dos semanas y se reforzaron los controles en los aeropuertos para evitar un posible rebrote y el ingreso de la nueva variante de la covid-19 identificada en el Reino Unido. La medida rige hasta el próximo 8 de enero.
Paraguay a su vez prohibió hasta el 4 de enero el ingreso de viajeros que en las últimas dos semanas hayan visitado el Reino Unido. Brasil por su parte está “fiscalizando” a los pasajeros que llegan del Reino Unido pero no ha suspendido los vuelos provenientes de ese país.
