Varias ciudades de Países Bajos (Holanda) han sido escenario este lunes, por segunda noche consecutiva, de disturbios tras la imposición, este fin de semana, de un toque de queda para luchar contra la pandemia de coronavirus.
La policía ha tenido que recurrir a cañones de agua para dispersar a grupos de manifestantes que protestaban en la ciudad portuaria de Róterdam, así como en la pequeña ciudad de Geleen (sur), cerca de Maastricht.
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Estas protestas se iniciaron el domingo, cuando hubo incidentes en Ámsterdam, Eindhoven, La Haya, Breda, Arnhem, Tilbourg, Enschede, Appeldoorn, Venlo y Ruremond. En Ámsterdam, al menos 100 personas fueron detenidas, según informó la alcaldía de la ciudad, que estima que la protestá congregó a unos 1.500 manifestantes.
Este pasado sábado entró en vigor en Holanda el primer toque de queda en el país desde la segunda guerra mundial. Un toque de queda que empieza a las 21.00 horas y se prolonga hasta las 04.30 de lunes a domingo y que estará vigente al menos hasta el próximo 9 de febrero.