China es el principal socio comercial de Chile, desde hace un buen rato. Y aunque compra un sinnúmero de productos locales, el cobre es sin duda el más importante de todos ellos. Chile es el mayor productor de cobre del mundo, y China el mayor consumidor. Match perfecto.
Pero ¿qué pasa si sacamos al cobre de la ecuación? De acuerdo a datos de ProChile, sin el metal rojo, el principal destino de las exportaciones chilenas es a EEUU. Y así ha sido durante la última década.
Entre 2010 y 2020, los envíos de bienes y servicios sin considerar el metal rojo a EEUU lograron aumentar en un 54,5%, pasando de US$4.257 millones, hasta los US$6.577 millones. En ese lapso, la tasa anual de crecimiento promedio fue de 4%.
Entre 2017 y 2020 las exportaciones chilenas crecieron 1%, pero mostrando importantes peaks. Si bien 2019 Chile sufrió el impacto de la Guerra Comercial, con una caída de 6% y en 2020 fruto de la pandemia los envíos de bienes y servicios no cobre anotaron un retroceso de 3% comparado con el período anterior, el año 2018 las exportaciones chilenas crecieron un 12,2% respecto al año anterior alcanzando los US$7.248 millones, marcando un año histórico en la década.
Más sobre Comercio exterior
En tanto, en el período comprendido entre 2010 y 2016 mostraron una tasa de crecimiento anual de 6,4%.
ProChile liberó estos datos justo cuando asumió de manera oficial Joe Biden como el nuevo presidente de EEUU, administración que genera expectativas en el mercado por los potenciales anuncios de mayores estímulos económicos para enfrentar los efectos de la pandemia.
“Creemos que el programa económico del presidente Biden permitirá una pronta recuperación económica, y por ende una vuelta al crecimiento de nuestras exportaciones hacia este mercado. Es un incentivo para intensificar nuestras acciones promocionales en el mercado, manteniendo nuestra fuerte alianza comercial con EEUU, en la medida que se logre controlar la pandemia”, expresó la directora internacional de ProChile, Carolina Vásquez.
La funcionaria dijo que, si bien los dos últimos años han sido complejos por la guerra comercial y la pandemia en 2020 -que provocó que la economía norteamericana se contrajera un 2,4%, con un impacto directo en la demanda de bienes y servicios chilenos, “en el largo plazo el crecimiento de nuestros envíos a Estados Unidos ha sido constante”.
