Metro-Goldwyn-Mayer, más conocida como “la Metro” o por sus siglas MGM, ha puesto el cartel de “Se Vende”. La conocida compañía, que cuenta con dos brazos de producción y distribución, está explorando la venta a un gran servicio de streaming. Una oferta muy interesante, debido a la cantidad y calidad de las franquicias que se guardan tras las puertas de su estudio.
MGM y la encrucijada del coronavirus
Desde Variety se hacen eco del asunto, donde MGM ha contactado con Morgan Stanley y LionTree para explorar una venta. Según la publicación, esta empresa de capital privado (es decir, no cotiza en bolsa) está valorada en 5.500 millones de dólares, incluyendo deuda. La pandemia del coronavirus juega un papel crucial en la venta, que ya llevaba un tiempo fraguándose.
MGM aspira a poder colocar la empresa a un servicio de streaming, dado que carece de una plataforma propia. En los últimos años han salido al mercado varias propuestas dispuestas a expandir la oferta, entre las que destacan Xfinity, Peacock, Disney+, HBO Max o Apple TV+. Y, al mismo tiempo, se está produciendo una reagrupación del sector audiovisual para hacer frente a los nuevos retos.
Aquellas productoras y distribuidoras que no cuentan con un servicio propio, están enfrentándose a serios problemas para dar salida a sus producciones. Mientras que Disney ha optado por lanzar sus estrenos en un formato de alquiler o incluidos en su suscripción con diferentes resultados, otros no tienen esa opción. Así fue como Apple se hizo con Greyhound de Sony, uno de los éxitos del pasado verano.
MGM se encuentra en una posición similar, donde tiene franquicias muy atractivas que no encuentran salida. Con los cines cerrados o con un público reticente a las aglomeraciones en interiores, la única salida posible es la venta de la producción. O de la propia compañía.
Una librería muy suculenta hasta para Apple
Disney compró Fox, Comcast a Sky, AT&T a Time Warner y Viacom se fusionó con CBS, por lo que el resto de players medianos se encuentran en una especie de limbo. No son lo suficientemente grandes como para crear su propio servicio ni tampoco pequeños para ser un objetivo de adquisición fácil. MGM se encuentra justo ahí, aunque con un catálogo de lo más suculento.
En la actualidad, MGM tiene en sus manos una serie de franquicias muy atractivas: James Bond, El cuento de la criada, Rocky y Vikings. Entre otras algo más antiguas se encuentran La pantera rosa, Una rubia muy legal, RoboCop y la saga Stargate. Durante este año, Apple ha mostrado interés en hacerse con la última entrega del agente 007, aún por estrenar. “Sin tiempo para morir” de James Bond tenía prevista su salida original en abril de 2020. Pero la pandemia obligó a retrasarla al 12 de noviembre pasado y ahora parece que se estrenará en cines el 2 de abril de 2021.
Si finalmente Apple adquiriese a James Bond, ¿dejaríamos de ver a 007 con un Sony Xperia para pasar a un iPhone?
A principios de año, antes de que la pandemia saltase en China y se expandiese después a todo el mundo, ya se barajaba una venta de toda la franquicia a Netflix o Apple. El asunto se enfrió, para volver de nuevo en forma de rumores. En octubre supimos que Apple llegó a ofrecer 400 millones de dólares por la película, encontrando la negativa de MGM. Según la información que vimos entonces, la productora creía que la cantidad era baja.
Con el cartel de venta, MGM ahora aspira a venderse por completo a una plataforma de streaming. Desconocemos los planes de Apple al respecto, pero resultaría más probable que el interés de Cupertino fuera más granular que total. Películas sueltas, series o franquicias antes que la compañía al completo.
Desde luego, no sería un problema de dinero. Con un precio de 5.500 millones de dólares o más, ya sería la adquisición más grande de Apple, siendo casi el doble de Beats. La complejidad surge a la hora de asumir una compañía entera, con su plantilla, acuerdos y cultura corporativa, que no siempre encuentran un encaje sencillo con una matriz de un sector completamente diferente. Por ello, una adquisición total resulta poco probable.