06/08/2021 – 05:00 Actualizado: 06/08/2021 – 09:18
La interrelación entre los mundos del deporte y la moda lleva siendo un hecho visible durante varios años. El sportwear se ha apoderado de las calles y los consumidores buscan el diseño en la comodidad. Su inicio lo marcó Raf Simons en 2014 cuando conjuntó en el desfile de Dior, vestidos con zapatillas. Este gesto fue el encargado de unificar lujo con el deporte y así lo trasladaron las marcas de alta costura como Givenchy.
La industria de la moda lleva años nutriéndose del estilo callejero, especialmente a inicios de la década de los 2000. Este fenómeno bebía influencias del Bronx estadounidense y por lo tanto del movimiento skater. Es precisamente Lizzie Armanto, una patinadora, la encargada de haber diseñado uno de los uniformes más llamativos de todos los Juegos Olímpicos, en colaboración con la archiconocida Vans y la diseñadora Rachael Finley.
Esta equipación azul con líneas blancas abstractas en forma de remolino, que simulan una topografía, es un homenaje a Finlandia, el país por el que competía la patinadora. Concretamente, se inspiró en el arquitecto y diseñador Alvar Aalto. “En 1939, diseñó una piscina con forma de riñón que se convirtió en sinónimo de una piscina con forma de patinete, en los años 70. Los diversos patrones de los monos se inspiran en las piscinas vacías de todo el mundo“, explicaba Armanto a los redactores de Vogue USA. El mono de manga corta fue completado con unos calcetines blancos y unas zapatillas de la firma con la que colabora.
Además, Lizzie no simplemente ha elaborado su propio vestuario, sino que también confeccionó doce prendas para todo su equipo de entrenadores. “Quería mantener la autenticidad del skate y asegurarme de que todavía lucía como si estuviera usando algo que usaría con o sin los Juegos Olímpicos”, comentaba la competidora de la selección finlandesa.
Los Juegos Olímpicos no son simplemente una competición deportiva en la que conocemos mejor a grandes atletas. En la actualidad, este evento deportivo es el escaparate perfecto para que los deportistas puedan lucir su imagen y el resto de sus trabajos, más allá de sus habilidades físicas.
No es la primera vez que podemos ejemplificar como la moda utiliza el skateboard como un hilo conductor o complemento. Quizás el mejor ejemplo lo encontramos cuando Louis Vuitton colaboró con Supreme en el 2017, una colaboración revolucionaria entre dos de las marcas de moda urbana y de lujo más reconocidas del mundo. Además, la campaña crucero 2020 de Gucci estuvo protagonizada por el artista y skater Orlando Miani.
La patinadora no solo ha marcado un antes y un después con su talento para la aguja, sino que Lizzie Armanto ha conseguido hitos en su terreno deportivo como ser la primera mujer en aparecer en la portada de ‘Transworld Skateboarding’ o alcanzar la cima de los ‘X Games Skateboard’. La skater urbana es un referente para las futuras generaciones y su espíritu competitivo ha alimentado su pasión para empujar constantemente los límites y avanzar en su carrera profesional.
