Por más series en las que camareras terminan por convertirse en actrices de éxito e historias con finales felices de adolescentes de familias humildes que terminan por triunfar en la industria hayamos leído en las revistas, la realidad es que la moda, como la vida, es endogámica. En momentos de crisis, las marcas recurren con mayor fuerza a modelos con nombres conocidos capaces de atrapar los titulares y, con suerte y con un poquito de magia, también las ventas. Esa es la razón por la que las Hadid, Lila Moss y Kaia Gerber son las reinas de la pasarela en la actualidad, porque son capaces de conectar con las nuevas generaciones y con las de antaño gracias a sus apellidos. Precisamente esta parcelita de tranquilidad y éxito es la que ahora tendrán que compartir las hijas de las grandes de la moda, pues la recién llegada a la industria es la hija mayor de Heidi Klum, Leni Klum.
En sus redes no podemos analizar ni las claves de su estilo, ni cuáles son sus platos fetiche ni sus lugares favoritos para viajar, pues hasta que no ha cumplido los 16 años, su madre no le había permitido contar con su propio perfil. Sin embargo, ahora que puede tanto conducir como tener su mejor carta de presentación para la moda (su propia cuenta de Instagram), Heidi ha decidido que este es también el momento adecuado para comenzar su carrera en la moda. Pero claro: ser hija de la supermodelo alemana es la causa por la que no ha empezado desfilando en centros comerciales ni protagonizando catálogos de supermercado, sino en la portada de ‘Vogue’, y lo ha hecho como la mayoría de las hijas de supermodelos lo hacen: con su madre.
“Estoy tan orgullosa de ti. No solo porque hayas elegido tu propio camino, sino porque sabía que eligieras el que eligieras, serías la mujer que querrías ser. Siempre sabes exactamente lo que quieres y lo que no deseas. Estoy tan feliz por ti ahora que por fin sabes quien eres”, escribía Heidi en Instagram. Mientras que Leni debuta en la industria como portada de la revista de moda a sus 16 años, Lila Moss tuvo que esperar para hacerlo hasta cumplir los 18, pero lo hizo también con su madre. Jerry Hall y Georgia May Jagger son otras de las que han apostado por el ‘a mí me daban dos’ a la hora de triunfar en la moda al posar para H&M, una fórmula que conocen a la perfección Blanca Romero y Lucía Rivero en nuestro país.
Las nuevas generaciones de supermodelos se apoyan en sus madres para comenzar sus carreras, y en este trampolín destaca una marca como creadora de sus uniformes, porque en esta suerte de ‘Advengers’ fashionista hay, por supuesto, un uniforme. Versace es la marca responsable del boom de las supermodelos de los 90 y la encargada de devolver a las tops su segundo trampolín sobre la pasarela, y no es casualidad que Heidi Klum y su hija aparezcan en el editorial que marca el comienzo de la carrera de Leni vestidas de la firma italiana.
De hecho, fue Young Versace quien vistió a Kaia Gerber cuando con 10 años protagonizó un anuncio de la marca fotografiado nada más y nada menos que por Mert Alas y Marcus Piggott. “Kaia ha sido elegida como imagen de la primera campaña de Young Versace. ¡Tengo tantas memorias buenas del tiempo que he pasado con Gianni y Donatella! Realmente hay algo especial en la marca Versace”, explicaba entonces Cindy.
Aunque Leni lleva tiempo acompañando a su madre en los platós televisivos, donde ha aprendido no solo lo que ocurre ante las cámaras, sino sobre todo, tras ellas, parece que la moda va a ser el camino elegido. Confiesa que con 12 o 13 años la marca Brandy Melville le ofreció ser imagen de la firma preferida de las adolescentes, pero su madre se lo prohibió. Ahora, Leni entiende que habría sido demasiado pronto, y lo cierto es que es más impresionante que tu primera vez en la moda sea en la portada de una importante cabecera que en una firma de teenagers, ¿no?
