Señor Director:
Todas y todos recordamos la imagen de cierto señor apodado como “El guatón de Gasco”, quien de manera ferviente y apasionada defendía hace uno o dos años (la memoria me juega en contra) los derechos de “su” playa con la conocida frase “salgan de mi jardín”. Cómo no envidiar la certeza con la que dicho personaje aseguraba la propiedad del lugar donde el agua se orilla; o la altanería con la que reclamaba su derecho a cerrar la entrada. Traigo este episodio a la actualidad, ya que hace unos días tuve la oportunidad de arrancarme con un grupo de amigos al Lago Riñihue, en la comuna de La Unión, lugar donde pareciera que abundan sujetos de similar especie o calaña, una comunidad de “señores Gasco”, con pecho de paloma, que se pasea por la orilla del lago echando a turistas y bañistas.
Quienes pertenecen a esta clase de personas asumen desde un principio lo ilógico de la apropiación de una playa como recinto privado, sin embargo, no se les arruga la cara al momento de reclamar las orillas como propias. Ante ello, me pregunto: ¿quién les ha entregado el derecho de adjudicarse, sin vergüenza alguna, un espacio que pertenece a todos y cada uno de los habitantes de este territorio? Hay varios rasgos que nos permiten identificar a quienes son parte de esta comunidad: adueñarse de una orilla, integrar cierta prepotencia en el discurso, la mirada y la voz, presentar seguridad omitiendo el error y afirmar con absoluta certidumbre que la playa es de ellos, que de alguna manera el Estado, nuestro Estado, los ha hecho dueños. ¿De dónde sacan tanta tontera? Hemos sido testigos del nacimiento y la reproducción de estos personajes que reaparecen una y otra vez. Y uno, ciudadana y ciudadano, se asume equivocado, pisando tierra que no es propia, pidiendo disculpas y retirándose, escribiendo Cartas al Director para sacarse un poco la rabia que genera la prepotencia de este grupo y buscando playas y orillas distintas, sin dueños, fuera de las comunidades de estos personajes.
Daniela Gutiérrez Contreras
Profesora de Lenguaje y Literatura
<!– Descargar documento anexo de esta noticia –>
