Quedan pocos meses para que se defina quién será el abanderado presidencial de la derecha, y hay varias cartas en el camino, además de Mario Desbordes por RN.
En la UDI, que aún en público se cuadra detrás de Joaquin Lavín, en privado se reconoce que su candidatura está cada vez más desinflada. Y aunque removió el tablero político con su anuncio de que no iba a la reelección como alcalde de Las Condes, todo indica que esto no sería más que una apuesta, de incierto resultado, por intentar retomar su alicaído liderazgo en el sector.
El “puñal de Bruto” se lo estarían clavando desde los sectores vinculados a Andrés Chadwick y al actual presidente UDI, Javier Macaya, que han dado señales de querer abrir espacios en el partido a Sebastián Sichel, como un comodín por si Lavín termina por desplomarse.
Esto encendió los ánimos y llevó al sector de Jacqueline van Rysselberghe a apoyar a la otra pre candidata UDI, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.
Quien todavía sigue creyendo en las aspiraciones presidenciales de Lavín es Ernesto Silva, hijo del fallecido samurai y escudero del edil de Las Condes, quien intenta mantener firme la figura del alcalde en su partido, junto a Gonzalo (Pollo) Müller, marido de la actual secretaria general de la UDI, María José (Pepa) Hoffman.
Respecto a Evopoli, hoy el partido de Blumel, se encuentra en una situación en la cual no logra levantar una carta fuerte, ya que el nombre de Felipe Kast no prende. Esto ha generado dudas internas de si es el más indicado para de candidato a una primaria de la derecha, razón por lo cual en los últimos días ha ido cobrando fuerza el nombre del actual ministro de Hacienda, Ignacio Briones, quien estaría disponible para ser el abanderado del partido, según señalan algunas fuentes.
De ser así, tendría que renunciar pronto al ministerio y sería otro golpe para Piñera, que perdería -en mal momento- a su secretario de Estado encargado de la billetera fiscal.
