21/01/2021 – 08:34 Actualizado: 21/01/2021 – 10:14
Tras una jornada repleta de looks encargados de lanzar al mundo mensajes de inclusión y sostenibilidad, el outfit de cierre de Jill Biden no podría haber sido de otra marca diferente a Gabriela Hearst, la firma destinada a cambiar el ‘power dressing’, que es ya la firma fetiche de Alexandria Ocasio-Cortez y la que se ha convertido en un icono de la sostenibilidad. Su abrigo y su vestido blancos, embellecidos ambos con bordados florales, han vuelto a resaltar por hacer del blanco el color de la jornada inaugural, un guiño a las sufragistas por el que también se han decantado Jennifer Lopez, Lady Gaga y Katy Perry. El abrigo de Hearst está confeccionado con cachemira, mientras que el vestido cuenta con un bordado floral que rinde homenaje a las flores de Pascua de cada estado de los Estados Unidos, por lo que lucha por mandar un mensaje de unidad. No es la primera vez que este mensaje se repite durante la jornada, pues no hemos de olvidar que el morado procede de la mezcla del rojo y del azul, por lo que quienes han apostado por ese color no solo homenajeaban a las sufragistas, sino también a la unidad.
Nunca antes la moda había sido empleada de forma tan consciente para mandar mensajes, y el que Biden haya apostado por la diseñadora uruguaya, que también diseñó el abrigo lucido por Ashley Biden el miércoles y que acaba de ser nombrada directora creativa de Chloé, es el cierre perfecto a este desfile de moda con un trasfondo político y social. Las nietas de Joe y Jill, Natalie y Finnegan Biden, eligieron vestidos de cóctel de Markarian, la marca en la que la propia Jill ya confió el miércoles en la toma de posesión.
Por su parte, Maisy Biden eligió un vestido de Rodarte combinado con sneakers Nike, un claro guiño a Kamala Harris, que ha logrado que las búsquedas de las deportivas (en su caso, Converse) hayan aumentado un 233 % esta semana. Ashley Biden ha elegido un maravilloso traje de Ralph Lauren, la marca americana por antonomasia, que ha cerrado a la perfección el círculo al contar con una gran lazada al cuello que remite al look con el que Kamala Harris celebró la victoria electoral, ese al que a su vez JLo rindió homenaje en clave parisina con su traje de Chanel.
La encargada de poner la banda sonora final no fue otra que Katy Perry, que acompañó los fuegos artificiales, como no podía ser de otra forma, con la canción ‘Firework’. La cantante apostó por el blanco, y eligió para hacerlo un elegante total white de Thomas Browne.
El final del epílogo de este mandato va con una conclusión: la moda de los demócratas va a ser claramente intencional. Mientras que Melania Trump destacó por un armario majestuoso y lujoso, pero inconexo, en el que su estilista aseguró no había mensajes ni intencionalidades, los Biden y su equipo van a apostar por un vestuario repleto de significado en el que cabe esperar que jamás veamos chaquetas que recen ‘I don´t really care, do you?’. ¿La razón? Si todo sigue según lo establecido a lo largo de esta primera jornada, parece que a este Gobierno la moda, al menos, sí le importa.
