La crisis migratoria que se vive en el norte del país sumó ayer un nuevo capítulo luego de que se desarrollara una marcha en Iquique que, según Carabineros, bordeó las 5.000 personas.
La manifestación, denominada ‘No + migrantes’, avanzó desde la Plaza Prat hasta el Gobierno Regional de Tarapacá exigiendo que las autoridades tomen medidas para ponerle fin a la crisis por una situación que, dicen, no resiste más debido al ingreso masivo, permanente e irregular de extranjeros, a través de la frontera en Colchane. De hecho, vecinos y el alcalde de dicho municipio también fueron parte de la marcha, en la que se escucharon consignas tendientes a cerrar las fronteras.
Con el correr de las horas y en las inmediaciones de Avenida Aeropuerto con Las Rosas, una parte de los asistentes utilizó algunas de las pertenencias de los propios extranjeros, como carpas, sacos de dormir y ropa, con las que formaron barricadas, a las que les prendieron fuego. Carabineros había sacado momentos antes a los migrantes que estaban en ese lugar.
La manifestación se dio justo el día siguiente al desalojo que se vivió en la Plaza Brasil de la ciudad, a estas alturas lugar ya icónico donde los migrantes instalan sus carpas para pernoctar.
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Al respecto, José Miguel Carvajal, gobernador de Tarapacá, apuntó otra vez al gobierno como responsable de la situación en la región. Así, acusó que él y otras autoridades no fueron informados del desalojo, situación que derivó, dijo, en que los migrantes continúen deambulando en la zona. “Pasamos de tener un lugar con 100 carpas y 100 familias, a tener cinco lugares con 20 carpas y 20 familias, eso fue lo que el gobierno hizo”, agregó.
“No se puede ocultar la ineptitud del Presidente Piñera y la incapacidad de su gobierno”, añadió la autoridad regional, quien confirmó además la presentación de un recurso de protección contra el Presidente por su responsabilidad en la crisis, y sobre la manifestación en sí señaló que “tenemos marchas convocadas por gente que se confunde, porque nuestra región tiene historia espectacular de integración, pero confunden a la ciudadanía”.
La respuesta a las críticas no tardó en llegar. El encargado fue Rodrigo Delgado, ministro del Interior. “La voluntad de este gobierno ha sido tener una migración ordenada, segura y regular”, sostuvo, señalando que la crisis es un problema de Estado, el que conforman también municipios y gobernaciones regionales. “Hace algunas semanas el ministro de Defensa, con el subsecretario del Interior, se reunieron con el delegado presidencial y con el gobernador de Tarapacá, y la conclusión fue que nosotros como gobierno nos hacemos cargo de la seguridad y ustedes de la situación humanitaria. Eso fue un acuerdo y a las pocas semanas qué tenemos, solo críticas y desconocimiento de lo que fue una palabra empeñada”.
Además, el secretario de Estado aseguró que como gobierno van a seguir fortaleciendo el plan de fronteras, “pero también vamos a seguir con los desalojos en todos los espacios públicos que se requieran (…) y también vamos a seguir con el plan de expulsiones”.