Una de las camionetas que se encontró en la escena el crimen había sido presuntamente retenida por el Instituto Nacional de Migración (INM).
La titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) de México, Olga Sánchez Cordero, informó este lunes que el gobierno federal, en coordinación con la Fiscalía del estado de Tamaulipas, está investigando si existe responsabilidad de funcionarios públicos en la masacre de migrantes en el norte del país.
Se trata del hallazgo de 19 cuerpos calcinados, entre ellos migrantes guatemaltecos, en la localidad de Camargo, Tamaulipas, en el límite con Nuevo León.
En la conferencia de prensa matutina del Gobierno mexicano, Sánchez Cordero adelantó que se investigará la participación de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), debido a que una de las camionetas que se encontró en la escena el crimen había sido presuntamente retenida por este organismo en la entidad vecina de Nuevo León.
“Tenemos conocimiento de esa camioneta y de que el Instituto Nacional de Migración podría haberla tenido asegurada o retenida y que fue la camioneta que, cuando menos, estuvo involucrada en los hechos”, detalló la funcionaria, quien agregó que las investigaciones determinarán “si incluso hay alguna responsabilidad de alguno de los funcionarios o de los servidores públicos” de esa institución.
La masacre
El hallazgo de los cuerpos calcinados dentro de dos camionetas se produjo el pasado 22 de enero. Las autoridades llegaron tras una llamada anónima, que les informó al respecto.
El municipio de Camargo, donde ocurrió el hecho, es una zona de paso azotada por el Cártel del Noreste, escisión de Los Zetas, que busca ampliar su control en la región de Tamaulipas, conocida como La Ribereña, y tradicionalmente bajo el dominio del Cártel del Golfo.
Guillermo Fernández-Maldonado, el representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, comparó este crimen con la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, cometida por integrantes del cártel de Los Zetas.
En respuesta al representante de la ONU, Sánchez mencionó la semana pasada que la masacre de Camargo dista mucho de la ocurrida en 2010.
“Por ningún motivo es igual a lo que sucedió en San Fernando. Todos los días, a partir de que sucedió este evento, hemos estado en el gabinete de seguridad viendo los avances que se tienen sobre esta situación y te puedo decir, con mucha seguridad, que se ha avanzado muchísimo”, aseguró la funcionaria.