Claro Couture es una de las firmas españolas con más vocación de saga familiar. Este sábado, Fer y Bea Claro, hijos de Fernando Claro, dan el paso a primera línea de la marca y ‘debutan’ sobre la pasarela con una renovada imagen de marca. Mientras que Fer acaba de lanzar un nuevo eCommerce y hasta ha desarrollado un filtro para el desfile, su padre, Fernando y su hermana Bea, presentan la colección, ‘Second Life’. Una línea compuesta por 30 looks con la que prometen continuar arrasando en las fiestas, alfombras rojas y demás eventos que tendremos por delante a lo largo de 2022.
Tul, organza reciclada, mikado, licra, muselina, piedras bordadas… Nada se le resiste a esta firma de origen sevillano en la que la nueva generación lleva años involucrada en su día a día. Fer es brand manager; Bea es co directora creativa de la marca, junto a su padre, al que aún le queda trayectoria en esta firma que levantó desde la nada y que hoy es todo un referente. Puede estar tranquilo, la segunda generación está lista para dar el salto cuando haga falta.
Hemos hablado con los hermanos durante los últimos momentos antes de viajar a Madrid a la MBFW, donde presentarán esta colección. Un encuentro divertido, lleno de moda y sofisticación en su taller en la capital hispalense, en el que se respira tensión por los nervios de cara a su gran día, pero también altas dosis de complicidad y admiración entre ambos y por supuesto hacia su padre, también presente durante la sesión.
Estos días presentáis nueva colección sobre la pasarela de la MBFWMadrid, ¿cuál es la inspiración de vuestra propuesta?
‘Second Life’ es el nombre de nuestra última colección, inspirada en todo aquello que va más allá de lo físico. La energía de lo oscuro, lo etéreo, las otras vidas… Lo que podemos crear en la mente y en los ojos. Hemos abusado de las transparencias y nos gusta. Los vestidos con faldas de vuelo, simulaciones de volantes en distintas perspectivas, drapeados, toreras, blazers y minivestidos componen una vez más una colección compacta, sexy y muy potente.
Vemos tejidos muy femeninos, siluetas infinitas y vuestros volúmenes, un clásico… ¿Cómo es la mujer Claro?
La mujer Claro es una mujer a la que le gusta viajar y sentirse querida. Es atrevida, le gusta la moda pero de una forma divertida y principalmente busca sentirse cómoda sacando a relucir su mejor versión.
Con esta nueva colección, ambos hermanos tomáis el relevo de la marca, ¿qué nos podéis contar de este nuevo Claro Couture?
Si hablamos de colección, no es exactamente así. Yo junto con mi padre seguimos a cargo del diseño de prendas en la línea Claro Couture. Fer lleva varios años reenfocando la marca y el negocio, y tiene mucho control de todo el proyecto ecommerce. Para las colecciones de Couture, Fer sí que dirige el arte, es decir la puesta en escena, conceptos, la producción del show.
Si hablamos de la marca, sí llevamos un tiempo tomando el relevo como un equipo. Yo sigo generando marca desde Madrid y diseñando a tope. La labor de Fer es más la de un brand manager o desarrollo de negocio. Trae innovaciones en cualquier aspecto, como ahora todo el tema del 3D o diseños digitales que veréis en el desfile y en la nueva web.
¿Qué parte de la tradición del atelier de vuestro padre permanece?
Para nosotros es muy importante imprimir al prêt-à-porter el ‘know how’ de la alta costura, es lo que lo hace diferente. Todas las muestras se hacen en el taller con las costureras de alta costura, luego las producimos en distintos talleres dependiendo del producto, pero el origen de todas las prendas lleva un sello artesanal. Esto es un valor incalculable.
¿Cuál es vuestro mejor recuerdo en el taller? ¿Siempre os imaginásteis tomando las riendas del negocio familiar y además de forma conjunta?
Bea Claro (B.C.): Para mí, uno de los mejores recuerdos es estar sábados o domingos en el taller con mi padre, cuando no había trabajadores, mientras él adelantaba trabajo. Mientras jugaba a vestirme con telas y zapatos de tacón, me encantaba ese juego, podía inventarme cualquier personaje… Allí había para todo.
Fer Claro (F.C.): Mi mejor recuerdo, creo que con unos 9 o 10 años, es cortar y coser yo mismo unos guantes de licra de colores para bucear en verano y tocar cosas del fondo sin miedo a cortarme. Nunca imaginé acabar trabajando con los dos, simplemente sucedió y puede que en el momento más oportuno. Me siento muy bien aportando en el negocio familiar, aunque trabajemos por separado porque yo sigo viviendo en Barcelona. Creo que incluso es mejor así.
¿Cuáles creéis que son vuestros puntos fuertes para que seáis el complemento perfecto el uno del otro?
B.C.: Pienso que Fer tiene una visión muy global, muy internacional de lo que funciona y de lo que será tendencia. Él me empuja a que pruebe nuevos terrenos y yo le doy el sentido a la prenda para que nos guste a las mujeres, que nos sintamos guapas, que sea a la moda pero no imposible. Yo diseño pensando en ponérmelo yo y quiero estar siempre muy favorecida, y eso creo que se nota en cómo sientan los vestidos. Puedo sacrificar una tendencia o refinarla para que nos veamos más guapas.
F.C.: Yo he tenido antes empresa, y la confianza que tengo con mis socios en esta es un punto muy fuerte. Hablando de habilidades, creo que mi hermana no se ha parado a darse cuenta de lo mucho y lo muy bien que vende desde Madrid en dos de los aspectos más importantes del crecimiento: ventas y comunicación. Luego cuando diseña alta costura, creo que cada vez es más fina y los diseños son mejores. Al menos en mi opinión. Todo eso es muy valorable en un socio y lo mejor, como digo, es que es de total confianza. Yo confío en ella y ella confía en mis decisiones.
Bea, tú llevas muchos años colaborando con tu padre, ¿cómo has visto la evolución a lo largo de este tiempo? ¿Y tú, Fer?
B.C.: La evolución ha sido muy orgánica, hemos avanzado con el sector, adaptándonos a lo que iba sucediendo y hemos sabido hacerlo.
F.C.: Yo llevo casi 3 años en la firma, pero obviamente la he visto crecer desde los inicios. Ha sido una evolución clásica o del tipo de negocio local/familiar: poco a poco, con reinversión de lo generado, con altos y bajos, etc. Recuerdo momentos muy muy duros. Cuando hablamos de alta costura, realmente la evolución aún no se ha dado. Es un servicio complejo de escalar, ya que es un acto muy físico. Yo vine aquí para crear el proyecto de digitalización y hasta ahora no contábamos con suficientes herramientas y tecnología para empezar a desarrollar esta línea a nivel digital. Mientras tanto hemos evolucionado con un ecommerce que está funcionando muy bien y, por supuesto, a nivel de imagen de marca, que también ha estado viva, como debe ser para seguir siendo atractiva.
No hay duda de que Claro se ha convertido en un imprescindible en alfombras rojas y eventos, ¿cómo fue dar ese salto tan viral entrando en armarios como el de Sara Carbonero, Paula Echevarría, influencers y actrices a la vez y en tan poco tiempo?
B.C.: La verdad es que se dio de una forma muy natural también. Coincidió nuestra apertura en Madrid con el boom de las influencers para looks de invitadas de bodas y red carpet. Estoy superagradecida de que han sido ellas las que nos avisan que quieren vestir un Claro Couture por propia iniciativa, porque les gusta el producto y el servicio exquisito.
La compra de ropa por internet evoluciona casi cada día. Fer, ¿cuáles son los siguientes pasos a seguir por Claro Couture y en ese sentido?
F.C.: Creo que estamos muy cerca de empezar a comprar online de una manera muy diferente. Quizá no de una manera muy distinta de la actual, pero sí con una concepción diferente sobre qué compramos y cómo lo compramos. Durante el covid lanzamos las citas a medida virtuales y fue la primera vez que pensé que automatizábamos la entrada de clientes de alta costura. Esto es lo que te puedo contar sobre hacia qué línea va el ecommerce de Claro Couture.
Tengo entendido que incluso vais a desarrollar una herramienta para que encargar ropa a medida sea aún más sencillo…
F.C.: (Risas) ¡Justo! Por ahora, no es propiamente una herramienta, es una funcionalidad bastante sencilla. En el futuro, lo que yo imagino es una reunión de funciones. Pero en cualquier caso, desde ya, tenemos la suerte de tener casi 40 años de experiencia haciendo patrones para cuerpos de mujer, por lo que teniendo los datos precisos es para nosotros relativamente fácil garantizar que esa prenda le va a quedar bien a ese cuerpo.
Además, el ecommerce que acabáis de lanzar va muy enfocado a la línea prêt-à-porter…
F.C.: Sí, nombrada como New Claro. La linea se define como un ‘ready to wear’ exclusivo que lanza una propuesta de nuevas piezas en forma de colecciones cápsula. Más fresca, sensual y en la tendencia de la moda. Y, por supuesto, hecho en nuestro atelier. En esta línea, para mí, lo más relevante es la pequeña cápsula de accesorios que se lanza en forma de gafas, gorras y otros productos muy interesantes y que encajan con la nueva estética del glamour y el lujo, que es hoy bastante mas ‘trash’ que antes.
La marca también ha sido un eje fundamental en el mundo nupcial sobre todo en Sevilla, ¿va a cambiar también el concepto de ‘novia’ de la marca? ¿Hacia dónde vais en ese sentido?
F.C.:Esto no va a cambiar mucho. Solo quizá añadimos o sumamos otras opciones. Pero la novia Claro seguirá siendo y existiendo: diferente, atrevida pero sin dejar de ser muy novia. Nuestras clientas nos piden esto desde hace años y es lo que funciona, por lo que, como dicen los americanos, ‘if it ain´t broke, don´t fix it’ (si no está roto, por qué arreglarlo).