En esta nueva normalidad que nos ha tocado vivir y asumir como nuestra, las bodas, los bautizos y las comuniones por fin vuelven a la carga y nuestra misión como invitadas es volver a ser las mejor vestidas.
Tras un año de parón al respecto, recordemos que contados, muy pocos o directamente ninguno, han sido los eventos y las fiestas a las que acudimos en 2020, eso va a cambiar en los próximos meses y toca renovar nuestra flamante flota de looks. Al menos esto es a lo que nos animan las nuevas colecciones de nuestras firmas de cabecera y el primer buen ejemplo lo hemos encontrado en Uterqüe con su último vestido de lunares.
El clásico entre los clásicos en cualquier armario de invitada que se precie, un vestido estampado con topos, pero en una versión actual cargada de vida y de color, así es el nuevo modelo que la firma de Inditex quiere que sumemos a nuestra colección y lo cierto es que a nosotras nos ha enamorado a simple vista.
Para su confección se ha empleado un tejido fluido y satinado con acabado brillante en un rosa fucsia vibrante sobre el que se estampan unos lunares en tamaño mini de color azul marino, un combo sorprendente y al mismo tiempo adictivo. A lo bonito y elegante que es debemos sumar que es sostenible.
Si el tejido ha sido seleccionado minuciosamente para atraernos, el diseño ha sido creado para estilizarnos y ayudarnos a presumir de cuerpazo.
El vestido de Uterqüe presenta un pronunciado escote en pico, mangas abullonadas y voluminosas rematadas en un puño camisero, costura con pliegues justo debajo del pecho, corte en la cintura y de ahí parte una falda recta de largo midi decorada con falsos botones forrados en el mismo tejido del vestido. Como detalles finales cuenta con un gran volante plisado con abertura frontal en el bajo y un escote en forma de lágrima en la espalda.
Cualquier invitada perfecta bebería los vientos por el nuevo vestido de Uterqüe y acudiría rauda y veloz a una de las tiendas de la firma para comprarlo. Una vez que lo tengas en tu poder ten claro que unos salones negros o unas sandalias metalizadas serán suficientes como pareja de baile ideal del vestido.
Se vende en un baremo de tallas que parte de la XS y llega hasta la L, y cuesta 130 euros. Una inversión que engordará tu colección de fiesta y que podrás estrenar en la primera boda que se presente esta temporada.
