Para este lunes está estipulado -acorde a la tabla de la Cámara de Diputados para la sesión especial- el inicio de la discusión de la propuesta sobre los nuevos miembros del Tribunal Constitucional (TC).
En específico, el Congreso debe aprobar por 2/3 dos nombres -que posteriormente también se someten a votación en el Senado- para los cupos del TC que estarán vacantes a mediados de este mes.
“Propuesta para designar integrantes del Tribunal Constitucional, de conformidad con el artículo 92, letra b, de la Constitución Política de la República, por expiración del periodo de duración en el cargo de los ministros don Juan José Romero Guzmán y don Gonzalo García Pino”, se lee en la citación de la Cámara Baja.
Son cuatro los ministros del TC que cumplirán con su plazo de nueve años integrando el organismo y deben renovarse el 18 de marzo. Con esa urgencia, el 2 de febrero pasado el TC emitió a la Cámara de Diputados y a la Presidencia de la República dos oficios de notificación recordando a ambos poderes que les corresponde la designación de dos miembros a cada uno.
En el caso del Congreso, debe reemplazar los cupos de los ministros Juan José Romero (hoy presidente del tribunal, cercano a la derecha) y Gonzalo García (proclive a la DC).
Por otro lado, el Presidente de la República ostenta el nombramiento directo de las vacantes de María Luisa Brahm e Iván Aróstica. De hecho, estas designaciones serán una de las primeras que deberá hacer el Presidente electo Gabriel Boric una vez ya asumido en la primera magistratura de la nación.
Así, tanto en Chile Vamos como en la oposición, ya han ido surgiendo distintos nombres para someterlos a votación.
Tal como adelantó La Tercera hace algunos días, en la derecha asoma como carta el diputado RN Gonzalo Fuenzalida y el integrante del Consejo de Alta de Dirección Pública (ADP), Eduardo Riquelme. El presidente de Renovación Nacional (RN) Francisco Chahuán habría hablado con ellos, obteniendo una respuesta positiva de ambos.
En la centroizquierda, particularmente en la DC, durante la semana corrieron con ventaja los nombres de los abogados Tomás Jordán y Claudio Troncoso. Sin embargo, y a horas de comenzar la discusión, desde la tienda comentan -en privado- que no se ha oficializado una propuesta de nombre al secretario de la Cámara. Por otro lado, también ha sonado el nombre del diputado Gabriel Silber.
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Sin embargo, Troncoso provocó ruido en parte de su bancada de diputados por los informes en los que participó rechazando acusaciones constitucionales que presentó la oposición. Jordán, en tanto, ha generado “suspicacias” por el apoyo que recibe de la senadora Ximena Rincón.
Si bien los ministros del TC duran un período de 9 años, con la discusión de la Convención Constitucional en ciernes -y con un acuerdo para reemplazar el organismo por una nueva entidad de justicia constitucional- la incógnita es la duración que tendrán estas designaciones. De aprobarse una nueva Carta Magna, algunos apuntan a que los nuevos ministros no permanecerían en el cargo por más de un año.
Como sea, tanto en la Cámara como en el Senado es necesario contar con dos tercios de los legisladores en ejercicio para la aprobación de estos nombres. Así, dentro del TC comentan que existe “premura” por hacerlo con la configuración actual de ambas Cámaras antes de su renovación el 11 de marzo.
“¿Cómo se pueden llevar a cabo esos nombramientos si el pleno no ha decidido o acordado notificar al Senado? Yo no me he enterado por correo o por chat que Presidencia del TC haya enviado oficio, tampoco se ha informado en pleno”.
La frase es parte de un extenso mensaje que envió el ministro José Ignacio Vásquez al grupo de WhatsApp “Pleno Remoto” que congrega a los 10 miembros del tribunal. Ante las publicaciones en La Tercera y otros medios de prensa sobre los eventuales nombres a designar, Vásquez planteó su molestia, argumentando el pleno aún no ha decidido notificar al Senado sobre las vacancias.
Y aunque su mensaje no tuvo eco en el resto del pleno, fuentes del TC explican que el planteamiento de Vásquez es erróneo, pues la Ley Orgánica que rige al tribunal expresa que esta es facultad de quien preside la instancia y no del pleno en su conjunto. “Si cesare en el cargo algún Ministro, el presidente del Tribunal comunicará de inmediato este hecho al Presidente de la República, al Senado, a la Cámara de Diputados o a la Corte Suprema según corresponda, para los efectos de su reemplazo”, se señala en su artículo 16.
Así, fechado el 2 de febrero, el presidente Juan José Romero hizo llegar a la Cámara de Diputados el oficio que manifestaba el fin de los períodos que corresponde renovar al Parlamento. “Cumplo con comunicar que, con fecha 18 de marzo de 2022, expira el período de duración en los cargos de Ministros del Tribunal Constitucional del actual Presidente de esta Magistratura, Juan José Romero Guzmán, y de don Gonzalo García Pino”, señala el documento. Lo mismo se hizo con los cupos que debe nombrar el Ejecutivo.
A continuación, el ministro del TC también alegó que corresponde que los nombramientos se realicen “una vez que cesen ellos en sus cargos”. Sin embargo, al interior de la entidad recordaron que la designación de Vásquez en 2015 se dio por la Corte Suprema cuando su antecesor, Francisco Fernández, aún permanecía en el cargo.
“La práctica habitual es informar con antelación del cese del cargo para que se puedan realizar las formalidades de cada designación”, aseveran desde el organismo.
Más adelante en su mensaje, Vásquez sugirió que los nombres que han surgido son solo “rumores”, aludiendo a secretas negociaciones de los actuales ministros para asegurar la continuidad de nombres que cuenten con su respaldo. “Los verdaderos van ‘tapados’ y habrían sido propuestos por dos ministros del TC (Romero y García) para asegurar a sus reemplazantes. Yo no puedo creer esto (…) De ser cierto esto, se termina de poner la lápida al TC y confirmar que en realidad se transformó en una tercera cámara”, concluyó.