- Casos PCR España 1.702.328 67.437.223
- Muertes 46.646 1.542.656
- Recuperados 150.376 43.224.408
(*) Última actualización recuperados España: 18-05-2020
El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad COVID-19, continúa extendiéndose por el planeta y ya ha infectado a más de 67,4 millones de personas, mientras que la cifra global de decesos supera los 1,5 millones y la de los recuperados alcanza los 43 millones.
[Reportaje especial: ¿Qué es un millón de muertos?]
El país más afectado es Estados Unidos, con más de 14,8 millones de contagios y más de 283.000 fallecimientos, seguido de India, que supera ya los 9,6 millones de casos y las 140.000 muertes, y de Brasil, que rebasa los 6,6 millones de diagnosticados y acumula más de 176.000 decesos. Rusia suma más de 2,4 millones de contagios, superando así a Francia, que ya rebasa los 2,2, mientras que España suma más de 1,7 millones de casos. En Europa, superan también esa cifra el Reino Unido e Italia, mientras Alemania y Polonia ya acumulan más de un millón. En el resto del mundo también rebasan esta cifra Argentina, Colombia, México e Irán.
Como resultado de la expansión del virus, más de la mitad de la población mundial ha sido sometida a algún tipo de confinamiento, se ha impuesto el distanciamiento social y los desplazamientos han quedado paralizados, al igual que la actividad económica, provocando una grave recesión por todo el planeta. Una situación que vuelve a suceder en la segunda gran oleada global de este otoño en el hemisferio norte.
El foco principal de la pandemia vuelve a situarse en Europa, que ya ha sobrepasado los 443.000 muertos y afronta la llegada del invierno con una segunda ola que se está extendiendo por el continente. Así, se repiten las severas restricciones, recurriendo de nuevo a los confinamientos domiciliarios o al toque de queda como medida para frenar los contagios. En América, donde los contagios siguen creciendo y los fallecidos ya superan los 755.000, el país que más preocupa es Estados Unidos.
Europa
España (1.702.328 casos, 46.646 muertes). Los primeros casos se detectaron en febrero. El virus se extendió en cuestión de semanas, lo que llevó al Gobierno a decretar el estado de alarma de marzo a junio y confinar a toda la población. Tras un proceso de desconfinamiento por fases, el país entró el 21 de junio en la denominada nueva normalidad, que recuperó la libertad de movimientos y abrió las fronteras. Desde entonces, el crecimiento de los contagios se aceleró y el territorio se convirtió en uno de los que más contagios acumuló de la UE. Tras restricciones y confinamientos localizados, el Gobierno aprobó un nuevo estado de alarma que, además de imponer el toque de queda, daba a las comunidades el marco jurídico para tomar medidas más duras, como confinamientos perimetrales en municipios y regiones. Las restricciones se están endureciendo en las últimas semanas en casi todas las comunidades autónomas, varias de las cuales han decretado el cierre de la hostelería y comercios no esenciales.
Francia es el segundo país de Europa con más casos con coronavirus y el quinto del mundo, tras ponerse Rusia otra vez por delante, con más de 2,2 millones de casos y más de 55.500 fallecidos. El Gobierno francés ha empezado a tomar medidas drásticas para frenar la segunda ola, y tras declarar el estado de emergencia sanitaria para todo el país desde el 17 de octubre, ha decretado un confinamiento en todo el país, si bien las medidas no son tan estrictas como en marzo. Una vez que ha considerado superado el pico de esta segunda ola, Francia comienza su desescalada, con el objetivo de terminar el confinamiento domiciliario el 15 de diciembre.
El Reino Unido es el país de Europa con mayor número de fallecidos y el quinto del mundo. Se han registrado más de 61.000 muertes y más de 1,7 millones de contagiados, entre ellos el príncipe Carlos, que superó la enfermedad, y Boris Johnson, que estuvo ingresado en una unidad de cuidados intensivos. El Gobierno ha puesto en marcha un plan por niveles de riesgo que implica en el nivel más alto la prohibición de reuniones sociales entre no convivientes, el cierre de pubs y bares. Además, Johnson ha decretado nuevo confinamiento en Inglaterra hasta el 2 de diciembre y el cierre de negocios no esenciales, y su gobierno ya prepara un plan para relajar las restricciones a partir de entonces. Reino Unido se ha convertido, además, en el primer país del mundo en aprobar la vacuna de Pfizer y BioNtech para empezar a inmunizar a su población.
Italia, con 1,7 millones de casos y más de 60.000 muertes, fue el epicentro inicial de la pandemia en Europa, es ahora el segundo país de Europa con más víctimas mortales con coronavirus y el sexto del mundo. El Gobierno italiano paralizó toda la actividad, a excepción de la esencial, durante dos meses y prohibió hasta junio la entrada y salida del país, antes de dar por controlada la epidemia. El Ejecutivo de Giuseppe Conte ha ampliado el estado de emergencia hasta el 31 de enero de 2021, de modo que el país cumplirá un año exacto en esta situación. Ante el aumento de contagios, Italia ha cerrado cines, teatros, piscinas y gimnasios, ha clausurado por la tarde-noche los bares y restaurantes y el toque de queda se ha extendido por toda la nación.
Alemania ha superado los 19.000 muertos con casi 1,2 millones de positivos de COVID-19. Ante el aumento de contagios, la canciller alemana, Angela Merkel, y los gobiernos regionales acordaron en noviembre el cierre de bares y restaurantes, así como el ocio, la oferta cultural y el deporte aficionado en espacios cerrados, aunque mantendrán abiertos mientras sea posible los centros educativos y el comercio. De cara a la Navidad prevén flexibilizar las medidas, aunque advierten que será “difícil”.
Rusia ha dado cuenta de más de 2,4 millones de contagios, lo que le convierte en el primero con más casos de Europa, por delante de Francia, y en el cuarto del mundo. Además, ha reportado más de 43.000 muertes, una de las tasas más bajas de letalidad del virus, lo que ha llevado a que la Organización Mundial de la Salud cuestione sus cifras. Con unos datos similares a los del mes de mayo, en octubre ha tenido que aplicar nuevas restricciones, entre ellas el cierre de colegios durante dos semanas y la obligación a las empresas de implantar el teletrabajo al menos al 30 % de sus plantillas.
En Turquía, donde los casos superan ya los 860.000 y se han registrado más de 15.000 muertes, el Gobierno ha decidido decretar el confinamiento los fines de semana ante una segunda ola que está siendo más dura que la primera. En varias grandes ciudades, los médicos han advertido de que la situación es preocupante, con los hospitales cerca del colapso asistencial. Además, está prohibido el servicio habitual de los establecimientos de hostelería, salvo para recoger comida para llevar, y se ha impuesto un toque de queda los fines de semana, de 20:00 a 10:00 horas.
En el resto de Europa, la expansión de la pandemia es relativamente elevada en: Polonia, que ha superado millón de casos; Ucrania, con más de 843.000 casos, y en Bélgica, con 591.000. Este país es, además, el territorio con más de un millón de habitantes con la tasa de fallecidos más alta del mundo, con 151,49 muertos por cada 100.000 habitantes frente a los 98,84 de España, que es el cuarto en este ránking por detrás de Perú e Italia.
Países Bajos, Rumanía, República Checa, Suecia también experimentan aumentos preocupantes en los contagios en la segunda oleada. En cuanto a Portugal, ya ha decretado un confinamiento que afecta al 70 % de la población para frenar la pandemia.
América
Estados Unidos es el país más afectado del mundo, con más de 14,8 millones de contagios y más de 283.000 muertes en apenas diez meses. La Administración Trump, que declaró la emergencia nacional y llegó a suprimir temporalmente los permisos de residencia y determinados visados para trabajadores extranjeros, emitió mensajes confusos y contradictorios sobre la pandemia. Varios estados volvieron a decretar medidas especiales ante el aumento de casos durante el verano, el último California, que decretó el confinamiento a principios de diciembre. La enfermedad también ha marcado las elecciones en el país, con el propio Trump, su mujer y personas de su entorno contagiadas. Y tras los comicios, y sin aceptar su derrota el presidente saliente denuncia una “conspiración” para retrasar la llegada de la vacuna a después de las elecciones.
La situación es menos grave en Canadá, que supera los 422.000 casos y lamenta más de 12.700 muertes, de las cuales el 85 % de las ocurridas en la primera ola estaban vinculadas a residencias de ancianos. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha pedido a los ciudadanos que reduzcan drásticamente los contactos con otras personas ante la advertencia de las autoridades médicas de que Canadá podría llegar a 60.000 contagios diarios si no se toman medidas, aunque el gobierno se resiste a imponer un confinamiento como el de la primavera. El país mantiene cerrada la frontera terrestre con Estados Unidos hasta al menos el 31 de diciembre.
La COVID-19 también se ha propagado por América Latina, que registra más de la mitad de los contagios del continente americano, lo que ha llevado a la OMS a situarlo como el nuevo epicentro mundial de la pandemia. La situación se agrava en pleno invierno en un continente lastrado por la pobreza y la falta de recursos.
Brasil es el más afectado de la región, el tercer país del mundo con más casos y el segundo con más muertes; tanto es así que puntualmente ha llegado a superar a Estados Unidos en el número de decesos diarios y es el tercero del planeta en superar los seis millones de casos. Su presidente, Jair Bolsonaro, que dio positivo en coronavirus, ha optado por minimizar los efectos de la pandemia, en contra del criterio de sus colaboradores, algunos de los cuales han dimitido.
La rápida propagación del virus en Chile, Perú, Colombia, Panamá o Bolivia está desbordando los sistemas sanitarios del continente. Con más de 109.000 muertos, México, que ya ha superado el millón de contagios y sus propias estimaciones de fallecimientos, es el cuarto país del mundo por número de fallecidos con COVID-19, y se han encendido las alarmas por un sistema de salud agotado y una economía enferma, todo ello azuzado por un controvertido discurso desde el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que no lleva mascarilla y, lejos de hacer autocrítica, señala a otros países para comparar su gestión.
Por su parte, Perú es el segundo país del mundo con más de un millón de habitantes con más muertes por cada 100.000 personas del mundo: tiene más de 36.200 muertos y más de 973.000 contagios.
La COVID-19 es una amenaza en Chile, uno de los países del mundo con más contagios, pese a tener solo 19 millones de habitantes. El Gobierno tuvo que declarar una cuarentena en la capital, que fue el epicentro de la pandemia durante meses, pero que ahora está totalmente desconfinada y avanza en el plan de cinco etapas de apertura gradual de la economía. Sin embargo, el país observa con preocupación el repunte en todo el mundo, se prepara para una posible segunda ola y mantendrá el toque de queda nocturno -reducido a un horario de 0:00 a 5:00 horas- y el estado de excepción por catástrofe hasta mediados de diciembre.
En cambio, países como Colombia y Argentina sí apostaron desde el principio por un aislamiento social obligatorio y generalizado. Eso no ha evitado que Colombia, que impuso restricciones desde el 25 de marzo, aún siga en el pico de la pandemia con cifras de contagios y muertes muy elevadas, ya por encima de los 1,3 millones de casos. En Argentina, por su parte, los infectados superan los 1,4 millones.
Asia
China, el país epicentro del brote, especialmente en la provincia de Hubei y la ciudad de Wuhan, parece haber contenido la enfermedad y ha comenzado a detectar más casos importados que de contagio local, lo que ha llevado a las autoridades a prohibir la entrada de extranjeros. En junio las alarmas surgieron tras un brote en Pekín, con cientos de infectados, y el de la provincia de Xinjiang.
El país más golpeado por la pandemia en Asia es India, el segundo más poblado del mundo, que no ha podido evitar la expansión del SARS-CoV-2. La epidemia supera los 9,6 millones de contagios, lo que lo convierte en el segundo país con más casos del mundo, con más de 140.000 fallecidos, una mortalidad relativamente baja en un país de 1.300 millones de habitantes.
Irán también está sufriendo el embate de la pandemia, tanto desde el punto de vista sanitario como económico: inició su desescalada en abril, pero ha tenido un fuerte brote desde mayo y ha superado el millón de casos positivos, al tiempo que acumula más de 50.500 decesos. La tercera ola de la enfermedad está golpeando con fuerza al país. Las autoridades han acordado un nuevo confinamiento en Teherán y otras 150 ciudades durante dos semanas. Han cerrado todos los comercios y servicios no esenciales y se ha impuesto toque de queda, informa Efe.
Irak, Indonesia y Bangladesh son también países con elevadas cifras de contagios. Sin embargo, la mayor incidencia de la COVID-19 en relación con la población en este continente se encuentra en cuatro pequeños países: Qatar, Baréin, Armenia e Israel, país este que ha tenido que confinar a su población por segunda vez en septiembre, y endurecer adicionalmente las restricciones a la movilidad y la actividad.
En Corea del Sur, la enfermedad tuvo gran incidencia inicial en febrero, pero logró contener la propagación a mediados de marzo y ahora es un ejemplo mundial de actuación temprana ante una crisis que abordó con una estrategia basada en la eficiencia tecnológica para vigilar el virus. A pesar de ello, posteriormente ha tenido que enfrentarse a varios brotes y teme una tercera ola.
Japón detectó los primeros casos en el crucero Diamond Princess. El país se vio obligado a aplazar a 2021 los Juegos Olímpicos que iba a acoger Tokio este verano, aunque hay expertos que advierten de que ese plazo de un año no sea suficiente si no se desarrolla antes una vacuna contra la COVID-19.
África
África, el último continente al que llegó el coranavirus, ha superado los 2,2 millones de contagios desde que Egipto reportó el primer enfermo, pero el registro de casos no se ha disparado como en otras áreas del mundo. Los fallecidos, por su parte, sobrepasan los 54.000.
Los pronósticos auguraban cifras catastróficas en África, el segundo continente más poblado, con abarrotadas ciudades, escasez de agua y pocas medidas higiénicas. La verdadera incidencia de la COVID-19 continúa siendo un enigma, pues se efectúan muchos menos test, poco más de 20 millones hasta mediados de noviembre para una población de 1.300 millones de personas donde consta que hay muchos asintomáticos.
Con todo, África parece haber escapado de momento al impacto catastrófico del coronavirus en otras zonas del mundo como Europa o América. Muchos expertos atribuyen esa circunstancia a factores como su joven población, su experiencia en epidemias previas (ébola y malaria, por ejemplo), su menor interconexión y la posibilidad de que goce de cierta inmunidad de otras cepas de coronavirus.
Sin embargo, las autoridades se muestran preocupadas porque muchos países no hacen cumplir las medidas de salud pública, como el uso de las mascarillas. África se prepara para una segunda ola de la enfermedad, consciente de que la vacuna tardará en llegar al continente y que las condiciones de almacenamiento y la distribución serán un gran desafío para el continente.
A la cabeza de los contagios se encuentra Sudáfrica, que es el noveno país del mundo con más de 817.000 casos y por ahora computa más de 22.200 muertes. En las semanas en las que atravesó sus máximos epidémicos (entre junio y agosto), el país no solo llegó a acumular más de la mitad de todos los contagios registrados en África, sino que llegó a ser la quinta nación con más casos positivos del mundo.
Tras medio año cerradas, las fronteras de Sudáfrica volvieron a abrir el 1 de octubre, y el país, la segunda mayor economía de África y principal polo de transporte del sur del continente, toma medidas para una reapertura “gradual y cuidadosa”. Así, hará test de antígenos en sus puestos fronterizos para tratar de facilitar con seguridad la entrada y salida de viajeros internacionales.
El virus también está infectado a numerosa población en Marruecos, que supera los 381.000 casos, en Egipto, donde computa más de 118.000 casos, y en Etiopía, Túnez, Libia, Kenia, Argelia, Nigeria y Ghana. Los cinco países con más casos concentran en torno al 70 % del total.
Oceanía
Australia, que ha registrado más de 27.900 contagios y poco más de 900 muertes, se vio obligada a imponer restricciones en verano tras controlar durante varios meses la expansión del coronavirus. No obstante, ante la aparente remisión de la pandemia varios estados han anunciado un relajamiento de las medidas de contención. En Victoria, el estado más afectado con el 70 % de los casos y el 90 % de los fallecimientos de todo el país, la población ya no estará obligada a llevar mascarilla. Además, ha reabierto su frontera interna con el estado de Nueva Gales del Sur tras 137 días. Victoria ordenó en julio uno de los confinamientos más largos del planeta y prohibió el transito desde y hacia Melbuorne, informa Efe.
Nueva Zelanda, que impuso un confinamiento muy estricto y logró controlar la enfermedad vuelve a tener casos activos, después de haberse declarado país libre de coronavirus el 8 de junio. A pesar de ello y con más de 2.000 contagios y solo 25 fallecimientos, el país mantiene cerradas las fronteras e incluso impuso el aislamiento en Auckland, la región más poblada del país, a mediados de agosto.
Metodología y fuentes
Para la elaboración de esta información utilizamos los datos del Centro de Ciencias e Ingeniería de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos, ministerios de Sanidad oficiales y la Organización Mundial de la Salud. En el caso de España, acudimos al ministerio de Sanidad y a los departamentos de Sanidad de las comunidades autónomas. Para Italia, la fuente principal es Protección Civil y para Francia, el Ministerio de Asuntos Sociales y de la Salud.
Empleamos la definición de países fijada por Naciones Unidas: 193 países, Palestina y el Vaticano. Para elaborar una información más completa geográficamente, este mapa muestra datos por territorios de ultramar y otras áreas del mundo.