Aunque hoy en día Diego Ibáñez es conocido por ser la voz de Carolina Durante, el madrileño no siempre soñó con subirse a un escenario. Antes de convertirse en el líder de esta banda indie que ha conquistado la escena musical española, su vida se movía en un rumbo completamente diferente, y fue una serie de casualidades las que lo llevaron a fundar el grupo junto a sus amigos.
Todo comenzó tras asistir a un concierto de las bandas Belako y Perro, donde junto a Mario del Valle (guitarrista), Martín Vallhonrat (bajista) y Juan Pedrayes (batería), experimentó una “envidia musical” que los inspiró a lanzarse al mundo de la música.
Carolina Durante, que inició ensayando en una pequeña habitación de Madrid, no tardó en hacerse un nombre con su estilo desenfadado y sus letras irónicas, conectando con una generación que vio en ellos una voz fresca e inevitablemente pegadiza.
La personalidad de Diego Ibáñez, con un estilo muy desenfadado y casual, ha sido clave en la identidad del grupo. Sus letras, que oscilan entre la ironía y el desamor, reflejan su visión particular de las relaciones humanas y el mundo que lo rodea.
La vida de Diego antes del rock
A pesar de su éxito en la música, Diego tenía otros planes. Antes de dedicarse a la música, soñaba con ser fisioterapeuta, y empezó compaginando su rol de vocalista con sus estudios de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Politécnica de Madrid.
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Eva Sebastián. Barcelona
Alejado de la imagen de niño pijo que algunos le atribuyen, Diego se identifica más con el Madrid alternativo de Malasaña y con su amor incondicional por el Real Madrid, tanto que lleva tatuado el famoso “Siiiuuu” de Cristiano Ronaldo.
Además de la música, Diego ha probado suerte en el mundo de la actuación con una breve participación en la serie Cardo. Su último hito ha sido el lanzamiento del último álbum de Carolina Durante, Elige Tu Propia Aventura, que se presentará el próximo 28 de febrero en el Wizink Center y que está lleno de canciones generacionales sobre el amor, las drogas y la esperanza por las cosas buenas de la vida.