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Deliveroo, Stuart, Glovo y Uber Eats denuncian que la ‘Ley Rider’ se ha aprobado sin debate parlamentario

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(Música)

Perfecto.
Perfecto, gracias.

Gracias, hasta luego.

(Música)

Antes de empezar en Glovo,

llevaba diez años trabajando
en una empresa

de administrativo contable.

Y nada. Era una pyme, una tienda.

Yo estaba, más o menos,
en la parte de administración,

pero también
medio de cara al público.

Y acabé quemadísimo.
Siempre he trabajado un poco en eso.

Antes trabajaba con mis padres,
tenían una gestoría,

he trabajo siempre en oficina,
en trabajos de mierda tradicionales.

En cambio, ahora me encanta el mío.

Nuestro trabajo a los riders
nos encanta.

Es un cambio muy chulo.

Yo anteriormente era cocinera
y he estado como 12 años trabajando,

hasta que en mi vida cambia.

Y soy madre
y entonces es incompatible,

pues, tener un hijo con ese…

los horarios y los turnos y demás

son bastante difíciles
de sobrellevar con la vida familiar.

Vi simplemente en una aplicación,

“Puedes con tu coche y elegir tú los
horarios”, y tal y cual,

y como estaba cabreada
con todo lo demás,

dije: “pues pruebo”.

Mi día a día es despertar a mi hija,
llevarla al cole

y a las diez, más o menos,
empiezo a trabajar.

Puede ser en Glovo
o puede ser un bloque de Amazon.

Y continúa hasta las cuatro
de la tarde aproximadamente.

Y el fin de semana
sí que hago un poquito más,

porque la demanda está hecha así,

el fin de semana es cuando más
se concentra la demanda.

La gente es cuando más pide

y entonces sí que he hecho
unas tres horitas por la tarde-noche

el viernes, el sábado
y el domingo también.

Hola, buenas. Gracias, buen día.

Hasta luego.

Estas empresas están ayudando
en varios sentidos.

Uno: a activar ese comercio
de proximidad y la restauración

y dos: están permitiendo
que esas figuras de los riders

puedan entrar, puedan participar,
en el mercado de trabajo

de una manera muy rápida
y muy sencilla.

-El modelo de negocio
de las empresas de reparto

es un modelo basado en una estrategia
de reducción de costes,

reducción de costes a toda costa.

¿Por qué? Porque están en un mercado
muy competitivo,

que hay muchas empresas

y saben que una de las estrategias
es que gane el mejor,

que gane el que consiga tener
mayor cuota de mercado

y para ello llevan a cabo prácticas
que no son éticas.

Estas empresas, ahora mismo,
no son rentables.

Con lo que paga el consumidor,
no pagas el repartidor,

que dé media vuelta a Barcelona
y que venga a tu casa,

no le pagas.

Entonces lo que hacen es buscar
otras formas y vías de ingreso,

como son pues vender los datos,
ofrece servicios de consultoría, etc.

-Todas las compañías
son relativamente jóvenes.

Tienen pocos años y en pocos años
hecho un gran crecimiento.

A partir de interpretar
cómo aplicar la tecnología,

a algún producto o servicio
ya existente.

(Música)

Básicamente en Glovo,
tú tienes una puntuación

que te permite coger algunas horas
con cierta antelación.

Aparte, están las horas
que se van abriendo aleatoriamente,

“las horas locas”
que llamamos en el argot.

Y luego, una vez que llega tu hora,
tienen que hacer el “check in”.

Disculpe, listo. Buenas noches.
Gracias a usted.

Y si estás en la zona,
si no te tienes que acercar,

te empiezan a caer los pedidos
y ya sin parar a trabajar.

Si hay suerte,
porque luego hay horas muertas

o se pone lento y te quedas parado
durante minutos u horas sin pedido,

entonces no ganamos nada.

En los ratos muertos,

te juntas con los panas,
con los compañeros

en las plazas y hablas paja,
o estás charlando

o, si puedes, comes algo,

o descansas en los sofás
de los portales de los vecinos,

a veces intentas descansar un rato

para seguir haciendo turno.

Las aplicaciones registran
todos los datos de nuestro trabajo:

nuestra velocidad,
nuestra velocidad de entrega,

todos los tiempos de espera… Todo.

Lo que pasa es que eso,
en principio,

no se refleja de forma directa
en la puntuación

que a nosotros nos muestran.

Esos son estadísticas internas
de la empresa

que luego decide a quien mantiene
o a quien cierra la cuenta,

porque no le compensa
por los ritmos,

pero eso no se refleja
en la puntuación,

en la puntuación se refleja
las valoraciones directas

de restaurante,
cliente y plataforma,

que te suben o te bajan puntuación.

Nosotros tenemos continuamente
el algoritmo en la cabeza

y el control de la aplicación
en la cabeza.

Sabemos que estamos controlados,
cada aspecto de nuestro trabajo,

y eso nos obliga
a correr todo el tiempo,

a incluso saltarnos
las normas de circulación,

porque si no,
no hacemos buenos números.

Esto es un control
y una presión constante.

Yo antes trabajaba por cuenta ajena
y tengo más control ahora,

en este sistema de falsos autónomos,
con tantos ojos mirándome

cada segundo de mi trabajo.

Negociar las tarifas para nada,
en ningún grado, nunca.

No hay ningún tipo de negociación,
de nada, ni de tarifas ni de nada.

Somos totalmente precarios,

te pueden cerrar la cuenta
en cualquier momento,

no sabemos cuánto vamos a ganar,
cuántas horas vamos a tener.

Estamos sometidos al control
de clientes, restaurantes, Glovo.

Vamos…

No solo precario, tenemos
muchas capas de precariedad.

(Música)

Cuando se está hablando
de la precariedad,

que genera el trabajo
en plataformas, en España.

Varios expertos
lo han apuntado: juristas,

personas expertas
en temas de tecnología,

en temas de mercado laboral.

Se apunta que las plataformas
no han inventado la precariedad.

Lo que nosotros queremos decir
es que nosotros queremos

que toda aquella persona
que trabaja en una plataforma

tengan las mejores
condiciones para trabajar.

Que nosotros entremos
a negociar las tarifas,

o que ellos negocien las tarifas.

Ahora mismo es un tema
muy complicado y muy complejo

que yo no te sabría responder,
porque no lo podemos hacer.

-Yo trabajo en Uber,

pero la cuenta es alquilada
de otra persona.

No tengo mi propia cuenta,

porque ahorita es muy difícil
abrir una cuenta de Uber.

Sí, hay muchas personas
que alquilan cuenta.

Y uno por densidad, por querer,
por trabajar, uno tiene que aceptar.

Yo he querido salir
con la cara tapada,

porque la cuenta no es mía,
la cuenta es alquilada

y no quiero meter
en problemas a la persona,

a la dueña de la cuenta.

Yo trabajo seis días a la semana,
12 horas diarias.

Y en el día hago 30, 40 euros,
depende.

Lo único que ellos se apegan,
que dicen que uno tiene flexibilidad,

porque uno mismo se…

Se coloca el horario
que quiere trabajar.

Pero uno puede pasar 12 horas
o 15 horas trabajando,

pero esa hora no te la pagan
como tal,

simplemente tienen que esperar
a que la empresa te lance un pedido

para poder empezar a cobrar dinero,

pero en sí,
las horas trabajadas no te las pagan.

A mí me gustaría, más que todo,
que me contraten,

porque dicen que para abrir
una cuenta de Uber

hay que ser autónomo,

pero no le veo la autonomía
por ningún lado.

(Máquina de café)

Cuando entré a Glovo,
no tenía ni idea de nada

del conflicto ni de la situación,

de las condiciones
en las que estábamos ni nada.

Entré, hice lo que la empresa
me dijo, me di de alta en autónomos

y empecé a trabajar muy enfocado
en el tema de estar en la calle,

ir con la bici, a mi aire.

Luego es cuando poco a poco,

yo y muchos compañeros que hemos
tenido un proceso, digamos,

de despertar o de ser conscientes
de la situación.

Yo no soy del grupo originario
ni nada.

De hecho, yo llevo siendo
un poco más consciente

un año o dos como mucho
que llevo en las plataformas.

Ellos llevan muchos más años
en esto,

pero a mí me han ayudado mucho
también,

porque ellos,
cuando empiezas a intuir las cosas,

ellos te las explican

y te cuadra las explicaciones
que dan,

porque tienen mucha más experiencia,

aunque incluso algunos están fuera,
porque les despidieron.

Plano 2, toma 1.

“Raiders por derechos” nace
cuando varios repartidores

empezamos a darnos
cuenta que este trabajo

que nos vendían como algo tan guay,
que casi tienes que pagar tú

para que puedas trabajar yendo
en bicicleta y pasártelo tan bien,

empezamos a ver que
no es tan divertido.

Empezamos a ver
que esta flexibilidad no es real,

porque, para empezar, tienes
que trabajar en alta demanda

o no te dan horas
la semana siguiente.

Una serie de cosas
que nos empiezan a incomodar

y a hacer pensar que, igual,

nuestra condición
es de falso autónomo.

-Fuimos la plataforma que empezó
a destapar,

a poner el foco
que detrás de los riders

había una historia de precariedad
que no se había contado.

Entonces, empezamos a hacer huelgas
en diferentes ciudades de España.

A raíz de las huelgas
y manifestaciones que se hicieron,

hubo unos despidos masivos.

Fue a partir de ahí
cuando empezamos a denunciar

en los juzgados todos estos despidos,

porque considerábamos
que nos habían vulnerado los derechos

y porque nos consideramos
trabajadores.

A partir de ahí,
se abrió la fase más judicial

y empezó en cascada a caer demandas,

no solo en Barcelona,
sino Madrid, Zaragoza, Gijón.

-Confiamos en la libertad,

creemos firmemente
en la libertad de expresión.

Tenemos un diálogo
muy abierto con los riders,

con los restaurantes.
Nos critican abiertamente,

no hay ningún problema,
porque de hecho,

es crítica constructiva
lo que buscamos,

el poder buscar soluciones

y nosotros, en ningún momento,
tomamos medidas

porque se produzca
una crítica a la compañía.

Yo me considero autónoma de verdad.
Yo elijo las horas que trabajo

y elijo
con quién trabajó también.

O sea, quién me dice
que yo no sea autónoma.

Aquí cuando entramos
no miran si somos mujeres,

somos hombres, cuánta edad tenemos.

Hay mucha gente mayor
que no tiene otra cosa

y no les contrataban de hace años

y están trabajando
y ganando un dinero.

Yo, como mujer, me he enfrentado a:

“mejor quédate en casa,
cuidando de tu hija,

y cuando ya pasen unos años
busca trabajo”.

Eso me lo han dicho
en entrevistas de trabajo.

Considero que, precisamente,
era más precaria anteriormente,

en el trabajo de la hostelería,

en una cocina en la que yo echaba
12 horas al día.

Y luego los contratos
no era lo que realmente veía

y nadie se va a luchar contra eso.

Se vienen a luchar contra esto,
que todos estamos trabajando

y si no, no habría
tanta gente trabajando

si fuera tan horrible,

ni tantas colas de espera
para apuntarse,

porque ya somos tantos que hay
que regular la entrada de raiders.

Sobre la gente que quiere…

laboralizar esto,

que sean contratados
por cuenta ajena,

yo pienso que eso ya existe,
o sea, esto es una evolución,

si ellos no quieren la evolución,

pues, trabajos con contrato
ya existen de repartidores.

Pizzerías, hay miles.

En tu barrio,
puedes elegir la que quieras

y no tienes que hacer kilómetros,

te quedas en tu barrio repartiendo
y ya está.

O sea, lo que no sé,
porque esto lo quieren convertir

en algo que no es,
esto es algo diferente.

Es cierto que hay que regular.
Para eso estamos luchando, pero…

es que esos trabajos con contrato
de repartidor ya existen.

Se pueden ir cuando quieran.

Ya han surgido varias asociaciones
y varios movimientos

que defienden todo esto,
que sigamos siendo autónomos.

Sí mejorando condiciones,
por supuesto,

y si las empresas tienen que pagar
su parte, que paguen.

(TODOS) ¡Stop Ley Riders!
¡Stop Ley Riders!

(TODOS) ¡Stop Ley Riders!
¡Stop Ley Riders!

(MEGÁFONO) La libertad
de autogestionarnos,

libertad de no estar condicionados
por un jefe,

libertad de elegir qué, cómo
y cuándo será nuestro trabajo

y, sobre todo, libertad de escoger
lo que queremos para nosotros mismos.

“Repartidores Unidos”
es un movimiento que surge

como producto de las…

reuniones que tiene “Raiders por derechos”

con el Ministerio de Trabajo,
el 2 de junio de este año.

Una madrugada estuvimos
inconformes con esta situación,

estuvimos comentándolo
porque casi nadie conocía

sobre la situación de la ley rider.

Decidimos crear un grupo de WhatsApp

y ese grupo se fue inflando
como una pelota de nieve

y terminamos convocando
manifestaciones a finales de junio.

El miedo que tenemos
en su gran mayoría,

por lo menos a boca de calle,
es justamente la pérdida del trabajo

y la pérdida de la flexibilidad.

La pérdida de la capacidad
de compatibilizar ese trabajo.

La flexibilidad es elegir
lo que yo quiera.

El qué, cómo, cuándo, por qué
y según qué quiero hacer las cosas,

Lo mismo tenemos una flexibilidad
que es, básicamente, total

en la gran mayoría plataformas.

Es decir, en un oficio tan elemental,

como es llevar un paquete
de un punto A a B,

yo puedo elegir básicamente todo
sobre esta gestión

que pueda ser en este oficio.

No elegimos los precios,

pero al igual que un asalariado
tampoco elige su salario

y lo negocia,
y no por ello es autónomo,

hay una relación de oferta demanda,
que es la que lo regula.

Nosotros proponemos
un nuevo modelo basado

en lo que llamarían en Francia
el autónomo digital,

que es un modelo intermediario
entre autónomos o asalariados.

En el cual podemos seguir
siendo autónomos,

pero podamos tener una serie
de certezas, de incertidumbres

y de derechos,

que creo que cualquier trabajador
debería tener.

De ninguna manera,
me considero precario.

Yo elijo cuándo trabajo,
por qué trabajo,

en qué trabajo y qué trabajo.

Y viendo la realidad
de otros sectores,

si lo ponemos en una balanza,
no me considero precario.

(RADIO) El Tribunal Supremo establece
que los repartidores

de comida a domicilio
de la empresa Glovo,

los conocidos como riders,
sí son trabajadores de la empresa.

Sí existe, entre ellos
una relación laboral,

ha fallado a favor
de un denunciante.

(Música)

-La sentencia del Tribunal Supremo

lo que hace es resolver
un caso concreto,

pero sí que marca
una línea interpretativa.

A partir de ahora,

son las empresas las que,

bien por actuación
de la inspección de trabajo

o bien de manera voluntaria,
lo cual es poco probable,

procedan a la regularización
del trabajo

de todos estos trabajadores.

El hecho de que el trabajo
a través de las plataformas

se pretenda canalizar
a través del trabajo autónomo,

eso hace que estas
empresas se ahorren

todos los costes
de los seguros sociales

y, por lo tanto, además,

se devalúan una gran cantidad
de derechos laborales,

como podría ser el derecho
al descanso, a las vacaciones.

La fuerza sindical
se devalúa notablemente.

-Deliveroo siempre cumple
la legalidad,

o sea, nosotros operamos,
dentro del marco legal vigente.

El marco legal vigente hoy por hoy
nos permite operar

tal y como lo hacemos.

Y todas las sentencias que afectan
a Deliveroo en este momento

están recurridas, con lo cual,
no hay ninguna sentencia final

que diga que debemos
contratar a los repartidores.

Si en algún momento
el Tribunal nos pide hacer algo,

nosotros siempre lo hemos hecho.

-La uberización de la economía
es el uso de plataformas digitales,

con la excusa de degradar
condiciones laborales

y usarlas para degradar
condiciones laborales.

Estas plataformas, sin lugar a duda,
están promoviendo

la uberización de la economía,
en este sentido.

Ir hacia un modelo de Uberización

es ir hacia un modelo donde
la protección social sea mínima,

donde constantemente estemos
cambiando de trabajos

y no sepamos si al mes siguiente
vamos a poder trabajar o no.

La uberización de la economía amenaza
totalmente el estado de bienestar.

Es posible innovar
y crear plataformas,

crear empresas
que aseguren una promoción

de los derechos de los trabajadores.

-Esto es un debate que trasciende
de Glovo,

en lo que es la uberización
de la economía.

Lo que sí nosotros tenemos muy claro

es que Glovo es una compañía
de impacto,

de impacto social
y de impacto económico positivo,

qué implica que diversidad
de ciudadanos y de empresas

nos utilicen para recibir servicios
y para generar ingresos.

-En nuestra posición, la idea digital
es que hay que avanzar

para encontrar fórmulas que permitan

que esta actividad…

que esa actividad función óptimamente
y que, además,

aquellos que prestan los servicios
tengan las coberturas,

o que tengan la seguridad mayor,

asemejándolo casi un contrato
de trabajo, pero sí que seguimos…

Seguimos opinando
que esa relación tiene más notas

de independencia que de dependencia.

-Sin un modelo laboral que garantice
unos derechos suficientes

y sensatos al trabajador,

no hay
crecimiento económico sostenible.

El progreso económico solo se alcanza

cuando se dan las condiciones
de justicia social

y de bienestar compartido.

Los derechos de los asalariados
los he tenido.

Y hoy en día, siendo autónoma
me veo más libre

y con una flexibilidad laboral,
con una flexibilidad horaria.

¿El 11 GYG?

Gracias.

La verdad es que me costaría mucho
cambiar esto

a volver a lo anterior.
Me costaría mucho.

A veces lo pienso y digo, “madre mía”,

me da hasta angustia pensarlo.

Yo quiero que se me reconozca
como empleado,

por las condiciones efectivas
de trabajo.

Quiero estabilidad,

que quede una buena cotización
porque eso implica sanidad pública,

implica mi pensión,
implica a mis bajas.

Implica muchas cosas.

Hola, ¿quién es?
Glovo.

(Música)

Espero que, de verdad,
no me falte el trabajo.

Ya sea bien trabajando de esto o no,

porque ya no se sabe muy bien
el futuro,

pero sí me gustaría
algo de estabilidad.

Ya por mi edad, también.

Este trabajo no hace más que crecer.

El sector de delivery, de envío,

es un sector con muchísimo futuro.

Pero un futuro
que incluya tecnología

y también incluya
derechos laborales.

No puede ser futuro a costa
de mis derechos o mis ambiciones.

(Música)

Con todo este acuerdo,
¿pienso que se va a conseguir algo?

Todo lo contrario.

Pienso que pasamos a estar en manos
de subcontratas,

con contratos temporales,
con condiciones vergonzosas.

Y ahora sí que me siento precaria.

Así que, bueno, una pequeña alegría
en la casa del pobre

que es que, por fin,

reconocen que los trabajadores
son trabajadores. Uau.

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