Hoy en día almacenamos una enorme cantidad de información en nuestros iPhone. Desde los datos de salud hasta los mensajes que enviamos a otras personas, pasando por todas nuestras fotos. En este contexto, es más importante que nunca que tengamos la seguridad y tranquilidad de que nuestros datos siguen siendo nuestros.
Ya sabemos que los iPhone no pueden tener virus y que es extremadamente muy difícil que alguien externo los haya podido comprometer, pero hay otras formas de que alguien nos espíe desde nuestro iPhone. Afortunadamente, podemos detectarlo fácilmente y ponerle remedio rápidamente.
Una situación muy poco común a la que es fácil poner solución
Como acabamos de decir, con la excepción de ataques ultra-dirigidos como puede ser Pegasus, los iPhone son prácticamente invulnerables a amenazas de este tipo. Esto no quita que, despistadamente, alguien pueda instalar alguna app de dudosa legalidad o, todavía peor, un certificado de configuración que diera a un tercero el acceso a datos de diferente índole.
Por suerte para nosotros, como habríamos sido nosotros mismos los que hubiéramos instalado tanto una app como un certificado, recuperar el control del iPhone es tan fácil como eliminarlos. Veamos en detalle los dos supuestos. Una aplicación malintencionada puede pedirnos acceso a más datos de los que necesita para transmitirlos a un tercero. Detectarlo y ponerle remedio requiere estos pasos:
- Abrimos la app Ajustes en nuestro iPhone o iPad.
- Entramos en Privacidad y seguridad.
- Entramos en Contactos, Calendarios, Cámara Fotos, etc. y repasamos qué apps tienen acceso.
- Las que no deban simplemente las desactivamos para impedir que puedan seguir accediendo a nuestros datos.
Si detectamos cualquier app que nos parezca sospechosa, buscamos su nombre en Spotlight y, una vez encontrada, mantenemos presionado sobre ella para seleccionar Eliminar app y que esta desaparezca de nuestro dispositivo.
El segundo supuesto, el de los perfiles, es claramente mucho más peligroso. Un perfil puede obligar, por ejemplo, a pasar todo el tráfico del iPhone a través de un VPN comprometido, lo que podría llegar a exponer nuestras contraseñas. También puede alterar la configuración de algunos aspectos del teléfono para facilitar que los datos queden expuestos. Dicho de otro modo: nunca, nunca, nunca jamás instalemos un perfil de configuración en el que no confiemos de forma muy clara y podamos verificar.
Igual que antes, un descuido por nuestra parte en este aspecto tiene fácil arreglo, pues podemos desinstalar cualquier perfil con solo seguir unos pasos. ¿Cuáles? Estos:
- Abrimos la app Ajustes en nuestro iPhone o iPad.
- Entramos en General.
- Tocamos en VPN y gestión de dispositivos.
- Bajo el título “Perfiles de configuración” repasamos la lista.
- Cualquiera que veamos sospechoso lo tocamos y a continuación elegimos Eliminar perfil.
De ser preciso reiniciamos nuestro iPhone o iPad. La recomendación aquí es que, si no sabemos por qué un perfil está instalado, lo eliminemos inmediatamente. El uso de estos perfiles es muy poco común, aunque en el mundo empresarial puede ser algo más habitual, ante la duda seguramente lo mejor es ser precavidos.
Cubiertos estos dos frentes, las posibilidades de que un iPhone esté comprometido son excepcionalmente bajas. En todo caso, y como acabamos de ver, queda a nuestro buen criterio no aceptar aplicaciones, correos, mensajes, enlaces y otro tipo de materiales similares de fuentes que no sean de confianza. Ante la duda, reflexionemos y preguntemos, que la seguridad de nuestros datos está en nuestras manos.
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