Todos lo conocemos como Lady Dior, pero lo cierto es que el nombre original de este modelo diseñado en 1994 por Gianfranco Ferré era Chouchou, que podríamos traducir como ‘favorito’. Este icono de la casa, que se concibió como una demostración del buen hacer artesanal de la maison francesa, rápidamente se convirtió en un símbolo gracias al enigmático encanto de la princesa de Gales.
Fue ella a la que primero vimos con este modelo en 1995 (aunque se empezaría a comercializar un año más tarde, con Carla Bruni como una de las modelos de la campaña de publicidad). Según cuenta la historia, Lady Diana Spencer, separada ya de Carlos de Inglaterra, acudió en octubre de ese año a París para la inauguración de la exposición sobre Paul Cézanne en el Grand Palais. Con anterioridad a este evento, en su encuentro en el palacio del Elíseo con el presidente de Francia en aquel momento, Jacques Chirac, la princesa fue obsequiada con este bolso.
Fue un detalle de Bernard Arnault, que figuraba en aquella reunión como representante del grupo LVMH, patrocinador de aquella exposición. Pero la que al parecer tuvo la idea de este original regalo fue la mujer de Chirac, Bernadette. Según cuentan, a ella se le ocurrió obsequiar a la princesa con un regalo algo más original que los que se acostumbran a hacer en estos actos protocolarios, y qué mejor que un accesorio que resumiera el buen hacer artesanal galo.
Y no estuvo muy desencaminada la señora Chirac. Diana quedó fascinada por este modelo y lo encargó en todos los colores disponibles en ese momento. En plena efervescencia del personaje de Lady Di, cuando era el foco de atención de toda la prensa, el ver a la ‘princesa de corazones’ con este diseño impulsó de manera exponencial sus ventas, consiguiendo ser todo un récord con más de 200.000 bolsos vendidos en dos años. Está claro que si el Kelly recibe el nombre de Grace Kelly y el Birkin es un homenaje a su ‘ideóloga’, Jane Birkin, al Chouchou tenían que cambiarle de nombre: se lanzó al mercado como Lady Dior, en un claro homenaje a su mayor fan.
Silvia Taulés
¿Pero cómo es este bolso? Podríamos decir que es un resumen del espíritu del fundador de la maison. Se necesitan más de ocho horas de trabajo artesanal, 130 piezas de piel y siete artesanos para poder realizar cada unidad. En cada bolso destaca sobre todo su acolchado de red, llamado cannage, que recuerda el respaldo de estilo Napoleón III de las sillas usadas por Christian Dior en la presentación de sus primeros desfiles. Además, cuenta con una serie de charms dorados en oro que hacen referencia a la pasión por el esoterismo que tenía el inventor del New Look.
Este año, la maison Dior está celebrando el 25 aniversario de uno de sus mayores iconos que sigue gozando, además, de muy buena salud. Sigue siendo un elemento imprescindible de sus desfiles y las celebrities siguen confiando en él como uno de los mejores complementos para sus looks. Así, hemos podido ver como Bianca Jagger, Natalia Vodianova o Pelayo Díaz no se desprendían de él, demostrando Díaz que este accesorio ha derribado también barreras y puede servir perfectamente para un hombre de hoy en día. La última en descubrirnos su pasión por el Lady Dior ha sido la empresaria e influencer Chiara Ferragni, que en un simpático vídeo publicado por la casa francesa ha mostrado todo lo que lleva en él: desde sus dos teléfonos a su gel de manos, pasando por aperitivos para su hijo Leo o su cartera (también de Dior).
Además, ha sido protagonista de dos exposiciones: ‘Dior Lady Art Project’ y ‘Lady Dior As Seen By’, dos proyectos que han demostrado la trascendencia que ha adquirido con el paso del tiempo este bolso y en el que han participado artistas de la talla de Olga de Amaral, Pae White o Janaina Tschäpe.
Pero no todas las historias de amor tienen un final feliz. Lady Di solo pudo disfrutar dos años de su bolso favorito. En 1997 fallecía en un accidente de tráfico en París, la ciudad en la que la vida de estos dos iconos se cruzó por primera vez.
